ENFERMEDAD URGENTE
POR ATENDER Y PREVENIR
Artículo de Mons. José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera-Oaxaca.
El pasado lunes 10 de octubre se celebró el día mundial de la salud mental. Las enfermedades mentales afectan cada vez a más personas; las autoridades de la salud afirman que, una de cuatro familias oaxaqueñas, cuenta al menos con un miembro que padece esta enfermedad y que más mujeres la sufren llegando a duplicar a los varones. Estas enfermedades se conocen generalmente como neurosis y sus rostros son variados; insomnio, ansiedad, tristeza, aislamiento, angustia, depresión, irritabilidad entre otros.
Las mismas autoridades señalan que, en Oaxaca, la neurosis se disparó debido al consumo de drogas y a la violencia social; el alcoholismo, la drogadicción, la violencia intrafamiliar, agresividad y muchos conflictos pueden ser efecto o causa de la neurosis. Una enfermedad que afecta a toda la familia en lo emocional, en lo físico y en lo económico y, de no ser atendida adecuadamente, puede agravarse y llevar hasta el suicidio; baste recordar que en el primer trimestre del 2011 se suicidaron 60 personas, 47 de varones y 13 de mujeres. Es preocupante el número de niños y jóvenes afectados por la neurosis de un familiar o amigo.
Todos estamos propensos a padecer alguna enfermedad mental; de allí nuestro deber de tomar medidas para mirarla, atenderla y prevenirla como las enfermedades corporales de cuidado. El tratamiento de esta enfermedad mental es costoso en un hospital psiquiátrico pero es importante echar mano de alternativas que estén a nuestro alcance tanto para su comprensión, su tratamiento desde los primeros síntomas como para su prevención.
En este contexto debemos reconocer y valorar la labor de Neuróticos Anónimos que celebran 25 años de presencia en Oaxaca; una organización internacional con experiencia y frutos probados, con mística y valores sólidos, centrada en el bien de la persona; funciona a través de grupos de ayuda integrados por los mismos enfermos con herramientas sencillas y efectivas. Son enfermos que se encuentran periódicamente y comparten, no solo toman conciencia de sus necesidades y capacidades sino que también encuentran maneras eficaces de ayuda mutua para levantarse, llegar a sentirse bien y ayudar a otros a sentirse mejor. Es una luz y una esperanza el testimonio de Neuróticos Anónimos.
Cuánto bien hacen grupos como éstos a los enfermos, a sus familias y a la misma sociedad. Una manera discreta pero muy efectiva de levantar la vida, de restaurar la familia y de contribuir a la reconciliación y a la paz en Oaxaca. ¡Felicidades a Neuróticos Anónimos! Su esfuerzo y labor nos estimula y beneficia a todos.
