domingo, 30 de octubre de 2011

CADENAS QUE NOS ATAN Y NOS IMPIDEN AVANZAR


CADENAS QUE NOS ATAN
Y NOS IMPIDEN AVANZAR

Comunicado de Prensa de Mons. José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera-Oaxaca, difundido el domingo 30 de Octubre de 2011.

Todos los mexicanos que queremos el bien de nuestro país y de Oaxaca tenemos que hacer algo para romper las cadenas que por años han atado y dañado a la sociedad;  me refiero sobre todo a la inseguridad fruto de la violencia, a la pobreza y a la baja calidad de la educación. La inseguridad tiene que ver directamente con la violencia, con la impunidad, la corrupción y con la irresponsabilidad social. La pobreza tiene que ver con la injusticia social, con la educación, fuentes de trabajo, con la salud y alimentación.

Es necesario reflexionar y promover desde las familias acciones que alimenten el servicio y al mismo tiempo atiendan necesidades de personas concretas. Estas acciones, aunque no solucionan completamente tal necesidad o emergencia,  sí la alivianan y su fruto más valioso es la sensibilización y el cultivo práctico de valores en las personas; es la labor laudable del Teletón y de la Cruz Roja entre otras. Sólo ejercitándonos repetidas veces en acciones concretas del bien común podremos concientizarnos y recuperar los valores fundamentales que sostienen la vida de toda sociedad.

Estas acciones requieren decisión en proyectos adecuados para encauzar las mejores energías y recursos en lo que se quiere lograr; quienes no deciden alcanzar algo importante en la vida y no asumen los medios adecuados, nunca se superan. Toda decisión realista exige constancia en actividades variadas y complementarias que propicien y estimulen avanzar hacia la meta señalada; muchas personas han comenzado con entusiasmo etapas importantes de su vida pero, por falta de constancia, no llegaron hasta la meta; sobran ejemplos cercanos.

Los valores no se adquieren ni se recuperan de un año para otro; las etapas importantes de la vida de las personas y de la sociedad requieren de una buena dosis de paciencia para no desalentarse ni desesperarse; todo lo que tiene vida posee su propio proceso y ritmo de desarrollo y, si no se respeta, se pone en riesgo su desarrollo y su misma vida. El campesino al sembrar, espera y respeta el ritmo que la semilla requiere para germinar y crecer; se trata de una espera paciente pero activa que cuida y favorece el desarrollo. ¿Qué nos faltará en la sociedad de Oaxaca? ¿Qué faltará a nuestros responsables y líderes sociales?

Seriamos ingenuos si esperamos que la inseguridad y la violencia terminen si no cultivamos todos la cultura de la legalidad y la responsabilidad social, si la sociedad no exige a sus gobernantes y líderes sociales limpiar la corrupción y la impunidad con transparencia.

Seríamos ingenuos si queremos doblegar la pobreza solo esperando acciones de los gobernantes; se avanzará con una educación de calidad y con justicia social, con una seria reforma política y laboral, con programas sociales contundentes que eviten a toda costa tanto el paternalismo como la manipulación, con estímulos a los pequeños empresarios y a la Iniciativa Privada para que se multipliquen en todos los rincones fuentes de trabajo.

Rescatar la educación de calidad, erradicar la inseguridad-violencia y doblegar la pobreza nos exige irrenunciablemente a todos decisión en proyectos adecuados, constancia y paciencia activa en las tareas fundamentales del bien común. No hay otro camino para rescatar la justicia social y la paz, para transitar a la auténtica democracia.