sábado, 1 de octubre de 2011

DOS NOTICIAS GOZOSAS


DOS NOTICIAS GOZOSAS

 

Artículo escrito por Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de Tehuacán.


Comparto mi alegría por dos hechos.

El primero de ellos ha sido la visita de las reliquias del Papa Beato Juan Pablo II a la Diócesis de Tehuacán, al igual que a muchas otras Diócesis. En nuestro caso considero que hubo presencia de entre 80 y 100 mil personas, en las 30 horas que duraron las reliquias en la Diócesis. La gente se desbordó y, en general, actuó con orden; si acaso a la hora de la llegada de las reliquias hubo apreturas, pero era por el gran anhelo de estar cerca y tocar la urna con la imagen de Beato Juan Pablo II y sus reliquias.

Algunas personas o grupos se quedan ajenos o incluso critican este hecho. Para muchos otros ha sido una experiencia de fe, de esperanza, de gratitud a Dios. En la libertad religiosa que aspiramos vivir, no hemos de pretender creer y pensar igual, sino de respetarnos mutuamente. Pero el hecho es que en todas las Diócesis donde ya han estado las reliquias, son multitudes quienes responden al encuentro con la presencia del Papa Beato Juan Pablo II de esta manera. Es una manifestación entusiasta de fe que, por un lado, hay que aprovechar; pero, por otro, hay que educar. ¿Educar en qué sentido? Me remito a lo que el mismo Cristo Jesús dice acerca de la fama que tenía el rey Salomón, varios siglos antes de él, que muchos viajaban para verlo y ser testigos de su sabiduría; y ante ese hecho, añade Jesús: “Aquí hay uno que es más que Salomón”, refiriéndose a sí mismo. Es precisamente lo que hay que provocar: el cariño y fervor entusiasta por el Papa Beato Juan Pablo II, nos haga ir a quien el mismo Beato Juan Pablo II reconoció como fuente de su vida y su ministerio sacerdotal, episcopal y pontificio, precisamente Cristo Jesús. Y a Cristo lo tenemos al alcance, en cada Eucaristía, en el Santísimo Sacramento, en la Palabra de Dios escrita, en la persona de los necesitados.

Y la segunda noticia que me alegra sobremanera: La votación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dado como resultado que no se impugne la decisión que tiempo atrás había suscrito el estado de Baja California sobre la defensa de la vida humana desde la concepción. Decisión que suscribieron otros 16 estados, pero que ahora se pretendía empezar a anular.

Yo estoy a favor de la vida humana desde la concepción, sobre todo por tres motivos: primero, porque la ciencia define que desde la concepción o fecundación ya hay vida humana, así hemos iniciado usted y yo, desde el óvulo que fue fecundado por el espermatozoide y dio lugar a un nuevo ser humano, con código genético diferente al de papá o mamá, iniciando un desarrollo coordinado, continuo y gradual. Segundo, el nacimiento o el sexo o las posteriores capacidades o destrezas que manifieste la persona, no le añaden dignidad, la cual le pertenece por el hecho mismo de existir como humano desde la concepción. Tercero, porque esta vida humana es don de Dios, desde luego con la intervención del varón y la mujer que la han procreado. Don de Dios y tarea humana: Dios nos da la vida y nosotros hemos de corresponder acogiéndola, defendiéndola y promoviéndola.

Respetar y defender la vida humana desde la concepción, no interfiere con los derechos de la mujer; ni debe manipularse con criterios políticos o electorales.

Felicito a quienes sostienen y se pronuncian a favor de la vida humana desde la concepción.