lunes, 26 de septiembre de 2011

CERRAR BIEN EL MES DE LA PATRIA PARA MEJORAR A OAXACA


CERRAR BIEN EL MES DE LA PATRIA
PARA MEJORAR A OAXACA

Artículo de Mons. José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera-Oaxaca.

En general, la celebración de las fiestas patrias nos dejó un buen sabor, pero de poco nos servirá si queda solo en un pasatiempo o en alegría pasajera sin aportar nada bueno duradero. Sería bueno cerrar el mes de septiembre, llamado mes de la patria, con la tarea y compromiso de tomar conciencia de nuestra identidad mexicana que nos impulse a abrirnos, a aceptarnos, a convivir, a reconstruir nuestra casa y familia grande de la patria sin importar diferencia de clase social, color, religión, inclinación política o ideas. Los signos como la bandera, el escudo, la figura de héroes que aún aparecen por todos lados y el canto del himno nacional que escuchamos nos invitan a ello.

Sentirnos orgullosos de nuestro pasado comporta comprometernos a mejorar nuestro presente y, a pesar de los grandes desafíos de la violencia y crisis, construir con esperanza nuestro futuro.

Necesitamos limpiar nuestro interior y la manera de pensar abriéndonos a una etapa mejor. Necesitamos superar prejuicios y resentimientos que solo alimentan la desconfianza y empujan a la violencia. Urge que todo gobernante erradique en su campo la impunidad, la corrupción, y el autoritarismo; que los servidores públicos atiendan mejor a los ciudadanos sin caer en la irresponsabilidad y menos en la corrupción. Es un clamor general que los maestros rescaten  con valentía su noble y alta misión de educar a la niñez oaxaqueña;  que todos los espacios de la procuración de justicia se revisen, se limpien y se fortalezcan para cumplir esta tarea urgente y fundamental para la sociedad. Apremia que los partidos políticos dejen de buscar el bien de su partido más que el bien común sin importar los graves males que ya han causado a toda la sociedad; que las asociaciones y comunidades con sus líderes asuman modos civilizados para exigir justicia y sus derechos.

En todos estos campos  hay personas que buscan y quieren el bien de Oaxaca, pero también la sociedad  experimenta y sufre que hay personas que no están haciendo bien su trabajo y continúan dañando gravemente a la sociedad; parecería que la impunidad, la injusticia, la irresponsabilidad y la corrupción se han enquistado y casi institucionalizado en algunas personas y espacios de estos campos.

No cerremos la puerta a la justicia social, a la incipiente y frágil democracia, al anhelo de una sociedad oaxaqueña más humana y solidaria; son derechos humanos de millones de ciudadanos que siempre deben estar sobre “supuestos derechos” de grupos cuando dañan a terceros.

Una sociedad sana y con futuro requiere necesariamente de valores fundamentales y de instituciones sólidas, son sus pilares indispensables. Urge limpiar y reconstruir el tejido social, la política, la educación, el modelo económico y fortalecer la familia. Oaxaca cuenta con hombres y mujeres disponibles y capacitados para lograrlo, solo falta la participación más amplia y responsable de la sociedad, programas a corto y a mediano plazo y auténticos guías para desencadenar verdaderos procesos de reconciliación social, de lucha frontal contra la pobreza y de una educación de calidad.