sábado, 13 de agosto de 2011

TERCER ENCUENTRO NACIONAL DE ECÓNOMOS DIOCESANOS

TERCER ENCUENTRO NACIONAL
DE ECÓNOMOS DIOCESANOS

La Tesorería General de la Conferencia del Episcopado Mexicano en su III Encuentro Nacional de Ecónomos Diocesanos, se ha reunido con los representantes de la economía de cada circunscripción eclesiástica, con el fin de “Compartir las experiencias y procesos de autofinanciación de la obra evangelizadora de nuestras Iglesias Diocesanas”.

El encuentro dio inicio el día 8 de agosto en las instalaciones de la Sede de la Conferencia, dando la bienvenida el Tesorero General a más de 60 delegados de las 18 provincias eclesiásticas de México.

Durante cuatro días de trabajos, se analizaron las circunstancias por las que está pasando nuestro pueblo, se vio la necesidad, carencia y preocupación ante la economía Mexicana, la cual repercute en las Diócesis y por lo tanto en los trabajos pastorales, y se han compartido experiencias de cómo impacta ante la Misión la situación actual.

Desde esta dimensión se constató que se está en el camino y que se debe de profundizar desde el mensaje de Jesús: “El que poco siembra, cosecha poco y el que muchos siembra cosecha mucho”, esto compromete en asumir cada quien su responsabilidad. Siguiendo el ejemplo de Jesús nuestro salvador que es el gran servidor ya que su existencia fue entregada, donación, servicio “no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos” (Mc. 10,45).

Podemos concluir finalmente que el ecónomo diocesano debe tener muy presente:
1. El ministerio pastoral del Ecónomo es un servicio de “esclavo” sirviendo a Cristo en los demás, necesario para la vida y la misión de la Iglesia que participa del reinado de Cristo donde servir es reinar.

2. Los bienes del pueblo de Dios son sagrados y así debemos verlos y tratarlos.

3. La administración de esos bienes, se debe llevar con eficiencia, prudencia, y con una actitud profundamente pastoral y espiritual.

4. Con ellos procuremos en lo posible ejercer la solidaridad y la caridad hacia una mejor distribución de los bienes entre parroquias, sacerdotes, religiosas y especialmente con los pobres.

5. Hemos de llevar una vida austera y sostener en todo momento y sin excepción una conducta irreprochable y transparente en lo que se refiere a los bienes del pueblo de Dios.

6. Nos debemos conducir con mucha responsabilidad en lo que nos indican las leyes eclesiásticas, las del Trabajo y Fiscales, que nos corresponden como administradores y responsables de empleados y trabajadores.

7. Debemos ser personas de acendrada comunión con Dios, con el Obispo, presbíteros, religiosas, laicos. Y como todos los bautizados, los Ecónomos deben ser discípulos misioneros de Jesucristo.

Quienes han participado en este III Encuentro han quedado convocados a ejercer su ministerio con un compromiso, de sembrar mucho para cosechar más como servidores de Cristo y administradores de los dones de Dios.

TESORERIA GENERAL DE LA CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO