lunes, 6 de junio de 2011

COMBATIR LA INSEGURIDAD DESDE LA CULTURA

COMBATIR LA INSEGURIDAD DESDE LA
CULTURA, NO SÓLO CON LAS ARMAS

Comunicado de Prensa del 5 de Junio de 2011 presentado por el  Pbro. José Juan Sánchez Jácome, Director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.

Xalapa, Ver., 5 de junio de 2011.

No se necesitan poderes especiales para vaticinar hechos delincuenciales y casos de inseguridad en nuestra entidad. No han disminuido las irrupciones de la violencia, ni los casos de secuestros y extorsiones.

En Veracruz ya se comienza a hablar de zonas y carreteras especialmente marcadas por este clima de inseguridad.

Hemos visto en nuestro Estado a un gobierno decidido para enfrentar la inseguridad y para mejorar sus estrategias de combate al crimen organizado. Se han venido tomando decisiones valientes y coyunturales, como lo han comentado los analistas políticos que tenemos en nuestra entidad.

Sin embargo, el combate no sólo se tiene que dar contra el crimen organizado. Nos queda mucho por hacer en la cultura. Hay gente que delinque de diversas maneras sin estar asociada a una banda criminal y no siempre la necesidad lleva a las personas a delinquir. El problema de la pobreza y del desempleo desde luego que agudizan los casos de inseguridad. Pero también hay personas que han decidido construir su vida de acuerdo a los parámetros de una vida fácil, tramposa y libertina, que termina por afectar a los demás.

Frente a la inseguridad y la violencia hay que tomar definitivamente una postura defensiva y combativa. Pero también tenemos que adoptar una política preventiva mejorando los sistemas de educación, invirtiendo decididamente en valores y fortaleciendo la vida familiar. En este rubro poco se ha hecho o prácticamente no se ve una acción estratégica de parte de las autoridades.

Necesitamos, por lo tanto, una verdadera política preventiva que invierta en la educación de los niños y de los jóvenes y que logre sembrar valores en sus corazones. En esta tarea compleja y al mismo tiempo impostergable se requiere del interés del gobierno, así como de la participación de toda la sociedad. Las Iglesias, las escuelas, los medios de comunicación y otros sectores de la sociedad están llamados a ofrecer sus mejores herramientas, programas y estrategias para asegurar que los valores lleguen a las familias y a cada uno de sus miembros.

En este aspecto hace falta señalar que las autoridades, las Iglesias, las escuelas y los medios de comunicación no siempre han estado a la altura para cumplir con este cometido. A veces seguimos viviendo y trabajando como si estuviéramos en tiempos de bonanza, sin ser plenamente conscientes de los inmensos desafíos en materia de seguridad. Basta mencionar que las televisoras no están educando en la cultura de la paz; sus contenidos siguen promoviendo la frivolidad, esquemas de egoísmo y explotan la vanidad. Los periodistas de las principales televisoras son implacables en la crítica a la clase política, pero no hacen un ejercicio de autoanálisis para comenzar a criticar su propia línea editorial en los programas que transmiten.

México nos necesita a todos, por lo que tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Retomando cada uno de nosotros su propia esencia podemos lograr que la cultura también vaya formando para la paz. Si no hacemos los ajustes necesarios atendiendo el rubro de la educación, no será difícil predecir los tiempos difíciles que nos esperan.