Este miércoles 10 de noviembre correspondió a Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas, abrir la tercera jornada de trabajos de la XC Asamblea Plenaria de la C.E.M., con el tema: El Obispo, Misionero de la Esperanza.
El objetivo para este día es «fortalecer la esperanza e iluminar nuestra realidad y los procesos misioneros en la escucha de la Palabra de Dios para vivir un nuevo Pentecostés orando con María discípula y misionera».
El objetivo para este día es «fortalecer la esperanza e iluminar nuestra realidad y los procesos misioneros en la escucha de la Palabra de Dios para vivir un nuevo Pentecostés orando con María discípula y misionera».
Mons. Arizmendi abordó la situación de un mundo sin Dios, la débil práctica religiosa, la experiencia de muchos alejados, la contradicción entre fe y vida, la crisis cultural, la violencia e inseguridad, pobreza y marginación, la juventud que transita sin sentido y horizonte, la desintegración familiar, la información hostil, las deficiencias dentro del ministerio eclesial que derivan en cansancio y desaliento.
Mencionó que el fundamento de la acción de la Iglesia es dar conocer a Jesús a todas las personas que no lo conocen, ya que «muchos se encadenan a los ídolos del dinero, del poder y del placer, se refugian en el alcohol y las drogas, o se suicidan, porque no hay quien los contagie de Él».
El Obispo de la Diócesis de san Cristóbal de Las Casas aseguró la necesidad de que los Obispos realicen la tarea de convencer a sacerdotes y religiosas sobre la urgencia de poner en práctica recursos creativos y dinámicos al tener un acercamiento pastoral con la sociedad.
(Fuente: Oficina de Comunicación y prensa de la CEM)
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