Por la tarde del miércoles 10 de noviembre de 2010, el Dr. Ivo Poletto, especialista en educación popular, que tiene cerca de 30 años colaborando con la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) en el área de Pastoral de la Tierra y de Cáritas, y que actualmente es asesor del Foro sobre el cambio climático y justicia social, fue invitado por los Obispos de México, a través de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, para presentarles una visión sobre la participación de la Iglesia en el fenómeno del calentamiento global.
El Dr. Poletto explicó que la situación de la tierra en nuestro tiempo es muy semejante a la de la antigua Nínive, por lo que, «si la humanidad no cambia su forma de civilización en menos de cien años, la vida humana podrá ser imposible en la tierra». Continuó diciendo que «para quienes comprendemos que hay que hacer algo, como discípulos de Jesucristo, es posible que la humanidad reconozca sus equívocos y decida cambiar su forma de vida».
Además, presentó algunos hechos visibles del cambio como los han sido sobre todo en los últimos años, las lluvias intensas en un corto periodo, deterioro de los suelos, las sequías prolongadas, las tormentas tropicales y extratropicales, etc.
Acerca del origen de lo que está causando estos cambios, mencionó que encontramos un debate acerca de que si este fenómeno es causado por las acciones humanas o si la tierra está pasando por un ciclo natural de calentamiento. El consenso ante esto es que no resulta de causantes naturales, sino de acciones humanas, conclusión a la que llegaron los más de dos mil ochocientos científicos reunidos en el Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos.
El proceso de generación de progreso junto con injusticias y desigualdades llevó a la tierra a un profundo desequilibrio, por lo que es evidente que se están terminando los recursos no renovables, al mismo tiempo que se ha aumentando la emisión de gases por el efecto invernadero.
Estos cambios han preocupado a las naciones del mundo y se está cobrando conciencia sobre la situación, moviendo a los pueblos y gobiernos a buscar con urgencia acuerdos para contener y transformar el rumbo de la dinámica humana, como sucederá en los días venideros.
A nosotros los cristianos que conocemos el mensaje de la Creación, tenemos la misión de convocar a la humanidad, con la palabra y con la práctica, a relacionarse con la tierra y con el amor de Dios creador.
Al concluir su presentación indicó que «no es bueno ser personas sin esperanza, dominadas por el sentimiento de que poco o nada se puede hacer, ya que existen muchas posibilidades de acción, ya se han expresado al respecto nuestros Obispos de América Latina y el Caribe y lo han asumido de manera especial en la V Conferencia de Aparecida: Evangelizar nuestros pueblos para descubrir el don de la Creación, sabiendo contemplarla y cuidarla», al tiempo que se profundiza sobre la presencia pastoral entre las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo predatorio.
La propuesta es buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basando en una ética que incluya la responsabilidad a favor de una auténtica ecología natural y humana, y empeñarse por lograr esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas para la protección de la naturaleza.
Al finalizar su intervención, el Dr. Ivo Poletto dio un ejemplo concreto para llevar a cabo estos compromisos: La Iglesia de Brasil, a través de su Conferencia Episcopal, tomó la decisión de promover, en la Cuaresma y Pascua de 2011, una Campaña de la Fraternidad, con el tema “Fraternidad y la Vida en el Planeta”.
(Fuente: Oficina de Comunicación y prensa de la CEM)
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