Presentamos un interesante Artículo de la Hna. María Rosaura González Casas, STJ, Directora del Colegio América de Mérida y superiora de la Congregación de Santa Teresa de Jesús, sobre la personalidad de santa Teresa de Jesús, publicado el viernes 15 de Octubre de 2010 en la Página Editorial local del Diario de Yucatán.
REVOLUCIONARIA MUJER
(Segunda parte)
María Rosaura González Casas, STJ
Teresa no iba por la vida como "llanero solitario". Amaba a las hermanas, se entregaba a cada una y tenía un gran sentido de equipo y comunidad.
Perseverancia: Esta virtud en lenguaje teresiano es "una muy determinada determinación" de seguir adelante hasta conseguir aquello por lo que se lucha. Ella quería que sus monjas aprendieran a orar.- Continúa
Con su ejemplo, experiencia y perseverancia, después de luchar más de 18 años por permanecer en la búsqueda de Dios, Teresa de Jesús les decía:
"Para los que quieren ir por el camino de la oración, importa mucho una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a él, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, aunque se muera en el camino, y no tenga corazón para los trabajos, aunque se hunda el mundo... siquiera llegue allá..." (CP 21, 2).
Impresionan sus palabras porque sabemos que están avaladas por su propia vida. ¿Quién puede impedir a una persona decidida que deje de luchar por sus ideales? ¡Nada ni nadie! Es por eso que los verdaderos líderes son capaces de dar la vida por aquello que luchan sin alejarse de su causa. Hemos recibido el testimonio de muchos mártires y del mismo Jesús. Y nosotros ¿qué?, ¿cuáles son nuestras causas? ¿Apostamos por ellas nuestra vida? En medio de tantos problemas, persecuciones e incomprensiones, ¿estamos decididos a seguir luchando y jugarnos la vida en ello? ¿Qué estamos dispuestos a arriesgar en la lucha por conseguir nuestros sueños?
Sentido de equipo: Teresa no iba por la vida como "llanero solitario". Ella amaba a las hermanas, se entregaba a cada una y tenía un gran sentido de equipo y comunidad. Su lucha nacía del profundo deseo de que todas llevasen a plenitud la misión que Dios les confiaba. Este deseo se extendía más allá de sus propias fronteras y al escribir pensaba en creyentes y no creyentes (cf.CE 22, 7); quería que todos nos abriéramos a la luz de Cristo:
"¡Oh hermanas mías en Cristo! Ayudadme a suplicar esto al Señor, que para eso nos juntó aquí, éste es nuestro llamamiento" (CP 1,5). "El gran deseo que tengo es ayudaros a servir a este mi Dios y Señor, os pido en mi nombre que cada vez que leyeres aquí (el libro del Castillo interior) alabéis mucho a su Majestad y le pidáis el aumento de su Iglesia, luz para los luteranos y para mí..." (M Epílogo 7).
De hecho podemos decir que Teresa tenía una gran perspectiva social y ética. Esto lo percibimos en su sentido de hermandad universal cuando defiende los derechos de los pobres y excluidos.
Justicia y Solidaridad: Teresa de Jesús, en el siglo XVI, abogó por los derechos humanos y movió las conciencias frente a la desigualdad y la pobreza:
"Una persona que no carece de nada y, además, posee muchos dineros en el arca vive gozándose de lo que tiene y dando limosnas de cuando en cuando... pero no mira que esos bienes no son suyos, sino que se los dio el Señor como a mayordomo para que los comparta a los pobres... han de dar estrecha cuenta del tiempo que los tienen entretenido a los pobres si ellos están padeciendo" (CA 2,8).
Pidámosle a Teresa de Jesús en este día de su fiesta que nos ayude a tomar en nuestras propias manos -como ella- la responsabilidad social que tenemos. México necesita de mujeres y hombres capaces de realizar una transformación social que posibilite el reemerger de la esperanza, la vida y la justicia. Necesitamos agentes de cambio que rehabiliten sueños posibles e ideales altos. Nos toca a nosotros como sociedad civil decir lo que queremos, cómo lo queremos y hacia dónde queremos ir. ¡Hagamos una gran revolución como Teresa!, ¡tejamos juntos redes sociales! ¡Enredémonos al estilo de Teresa en causas justas!
Vivimos un momento histórico crucial, es el tiempo de la propia responsabilidad en el cambio social. Tendremos que dar cuenta a Dios de los talentos recibidos, que quizá hemos dejado guardados por miedo (cf Mt 25, 25) ¡Manos a la obra! Nos toca construir juntos un México más justo, más digno y fraterno. ¡Viva la Revolución y la Independencia! ¡Viva la mujer que nos ha enseñado a combatir y a luchar! ¡Viva Teresa de Jesús!- Mérida, Yucatán.
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