miércoles, 12 de octubre de 2011

SEMANA DE LA FAMILIA 2011 EN LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE YUCATÁN

SEMANA DE LA FAMILIA 2011 EN LA

PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE YUCATÁN

 

Artículo escrito por Yolanda Huicab Garrido de Piña y Herminio José Piña Valladares, Presidente de la Asociación Católica de Abogados.



En las Diócesis de los estados de Tabasco, Quintana Roo, Campeche y  Yucatán, se celebra la Semana de la Familia, del 9 al 16 de Octubre, bajo el lema:  La Familia: el trabajo y la fiesta”, el papa Benedicto XVI, nos dice: “Que el trabajo y la fiesta está íntimamente relacionados con la vida de las familias, condicionan sus elecciones, influyen en sus relaciones entre los cónyuges  y entre padres e hijos e inciden en las relaciones de la familia, la sociedad y la Iglesia”.

La experiencia cotidiana demuestra que el desarrollo auténtico de la persona comprende tanto la dimensión individual, familiar y comunitaria, como las actividades y las relaciones, al igual que  la apertura a la esperanza y al bien sin límites.

El trabajo es uno de los espacios y responsabilidades en el cual transcurren muchas horas de nuestros días, que si hacemos cuenta, sumaran una buena parte de nuestra vida. El trabajo es un medio de sobrevivir y poner nuestras capacidades al servicio de la comunidad, por lo tanto  tenemos con frecuencia diferentes opiniones  y actitudes sobre el trabajo.

Algunos lo ven con resignación: “ni modos tengo que trabajar”, otros como un medio de desajenarse de las responsabilidades del hogar. Unos pocos sentirán tal pasión por lo que hacen que se consagran al trabajo y le darán no solo la atención que necesitan, si no el tiempo  de la familia, el descanso y los amigos. Los menos instrumentaran el trabajo y lo convierten en un medio de enriquecimiento.

Desde luego existen muchos padres y madres de familia que ofrecen su trabajo, esfuerzo, sacrificio cotidiano, por llevar el soporte económico que brinde casa, sustento y vestido a la familia, siendo indudablemente testimonio de amor y responsabilidad en su hogar.

Por medio del trabajo  la persona tiene lo necesario para su sustento diario para el desarrollo y seguridad de su familia. Debemos analizar que el trabajo es fuente de realización personal, medio de subsistencia de la familia, servicio a la comunidad y colaboración en  el desarrollo de la sociedad.

Por otra parte el hombre moderno ha creado el tiempo libre y ha perdido el sentido de la fiesta de la fe.  Es  preciso recuperar el sentido que tiene  el domingo, es un día dedicado a la familia y a Dios. El séptimo día es para los cristianos el día del Señor, porque se celebra a Cristo resucitado presente y vivo en la comunidad cristiana en la familia y en la vida personal.

Hoy en día hemos entendido el descanso como algo que no tiene que ver con Dios. Nuestras diversiones y pasatiempos en ocasiones están muy alejadas de la convivencia familiar  y de Dios.

La atención de la familia es importante, en virtud de que durante la semana es muy difícil que todos los miembros de la familia puedan reunirse, debido a los diferentes horarios de trabajo, estudio y a las diversas actividades que cada miembro tiene que realizar. Es necesario aprovechar los fines de semana para platicar, convivir y conocerse mutuamente en familia.

Por vivir la fiesta, debemos entender como los momentos en que los miembros de la familia conviven,  comparten con el otro sus experiencias, sus preocupaciones, sus alegrías, sus tristezas pero sobre todo nos hacemos solidarios con ellos  y nos damos la mano en símbolo de ayuda,  cariño y apoyo.

También se puede interpretar como vivir la fiesta de la fe, como la celebración festiva de la eucaristía en la cual, además que nos alimentamos y nos fortalecemos, hace que  nuestros lazos de hermandad sean más fuertes entre nosotros y con Dios.

La Semana de la Familia, nos debe hacer reflexionar del papel que tenemos como padres  y de la noble actividad laboral, que es fuente de realización personal.