sábado, 8 de octubre de 2011

AL PUEBLO CATÓLICO DE TLAXCALA

AL PUEBLO CATÓLICO DE TLAXCALA

Comunicado de Prensa de la Diócesis de Tlaxcala.

Ante el rescate del Sagrario que fue robado en el templo de San Nicolasito el pasado 26 de Julio y que contenía un copón con hostias consagradas, con inmensa alegría manifiesto que admiro la eficacia de la intensa oración que el pueblo católico elevó a Dios para que se recuperaran las hostias consagradas, al tiempo que expreso mi reconocimiento a la eficiente labor del Gobierno Estatal y de la Procuraduría de Justicia que resolvieron satisfactoriamente este delicado asunto.

El  sagrario es una caja, preferentemente de metal, donde se reservan las hostias consagradas que no se consumen en la Santa Misa. A estas formas consagradas es a lo que llamamos el Santísimo Sacramento, donde nuestra fe reconoce la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo.

El sagrario que hemos recuperado, maltratado pero inviolado, será reinstalado en el mismo sitio donde se encontraba, aunque sin la reserva Eucarística, como testimonio del robo sacrílego perpetrado, a fin de que no se repitan estos hechos que lastiman profundamente la fe del pueblo tlaxcalteca en la Sagrada Eucaristía. Dicho gesto significativo se hará de una manera sencilla el sábado 1º de Octubre a las 5:00 p.m. en el templo citado.

Exhorto a quienes cometieron dicho sacrilegio a que reconozcan su falta y se arrepientan de corazón, a fin de que encuentren piedad y misericordia ante Dios, que “no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y viva” (Ez. 18,23 ).

Manifiesto también que los sagrarios y vasos sagrados que se utilizan en los templos de nuestra diócesis son, con pocas excepciones, de muy escaso valor económico y que su verdadera riqueza está en lo que contienen: el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.

He nombrado una comisión de 14 sacerdotes para que supervisen las condiciones en que se encuentran todos los sagrarios de nuestra diócesis, con el propósito de que reúnan las condiciones de seguridad, sean visitados por el pueblo católico y estén bajo la custodia de grupos o asociaciones eucarísticas.

Confío en que estos lamentables hechos nos enseñen a valorar y custodiar las riquezas artísticas que contiene nuestro Estado y Diócesis de Tlaxcala, a fomentar la cultura de la denuncia en todo hecho delictivo y a cultivar los valores humanos y cristianos en las nuevas generaciones de niños, adolescentes y jóvenes.

Su amigo y servidor en Cristo Jesús.

    Mons. Francisco Moreno Barrón
Obispo de Tlaxcala