VUELVE A OAXACA EL PAPA PEREGRINO
EN SUS RELIQUIAS
Artículo de Mons. José Luis Chávez Botello, Arzobispo de Antequera-Oaxaca.
Las reliquias del Beato Juan Pablo II han iniciado su peregrinar por todas las diócesis de nuestro país; Dios mediante recibiremos sus reliquias en nuestra Arquidiócesis casi de seguro el próximo 10 de octubre. No podemos olvidar, que a solo tres meses de haber sido elegido Sumo Pontífice, el Papa Juan Pablo II visitó nuestro país llegando hasta Oaxaca; una visita que marcó su pontificado como el Papa peregrino; marcó también la vida de toda la Iglesia impulsando una manera de vivir la fe más centrada en Jesucristo, más comprometida y misionera; una visita que marcó la vida de los mexicanos. El aprecio y el cariño entre Juan Pablo II y los mexicanos fue creciendo, las cinco visitas a nuestro país son solo una muestra.
Es providencial, y sin duda una llamada de Dios, el que también a pocos meses de su beatificación sea precisamente México el primer país que visiten sus reliquias. Sin duda resonarán sus enseñanzas, las aclamaciones y la frase “México siempre fiel” como un llamado a los mexicanos a la fidelidad en todos los campos, a defender y a fortalecer nuestra identidad de católicos; resonarán para nosotros las palabras de su despedida: “Me voy, pero me quedo”, y se quedó en el corazón de México. No dudamos que el Beato Juan Pablo II, ahora, en sus reliquias, reemprenderá incansable su peregrinar por diferentes países. La presencia física de las reliquias del Beato Juan Pablo II serán una nueva oportunidad para expresarle nuestro afecto reconociéndolo como fiel mensajero de Dios que pasó derramando amor, sembrando esperanza y fortaleciendo la fe.
El Papa peregrino y amigo nos presentó modelos cercanos de vida cristiana al canonizar a 29 mexicanos y al beatificar a otros 21 elevándolos al honor de los altares como héroes de la fe; entre ellos 19 fieles laicos de diferentes profesiones, 3 religiosas, 27 sacerdotes y un obispo; 44 mártires y 6 confesores que vivieron el Evangelio en situaciones de pobreza, de injusticia y de persecución; se mostraron siempre muy cercanos y comprometidos sin violencia. Así son los santos: hombres y mujeres de carne y hueso que practicaron heroicamente las virtudes y se mantuvieron siempre fieles a Dios; por eso son luz y fuerza de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia; por eso el Sumo Pontífice los canoniza como modelo, porque para los creyentes son fuente de entrega, de dinamismo apostólico y misionero.
Con esta finalidad los obispos de México hemos solicitado la visita de las reliquias del Beato Juan Pablo II; queremos implorar su intercesión para que nos alcance de Dios el milagro de la reconciliación, de la paz y de la unidad ante la violencia que sufrimos en México, violencia desatada principalmente por la corrupción y el crimen organizado, alimentada por la injusticia, la ambición y la irresponsabilidad de no pocos. Los obispos de la Provincia pediremos este milagro especialmente para Oaxaca; miraremos al nuevo Beato como guía y modelo en la maduración de la fe, para mantenernos fieles a Dios y proyectar la vida de manera constructiva en nuestra sociedad.