domingo, 11 de septiembre de 2011

PENSANDO EN EL PATRIOTISMO


PENSANDO EN EL PATRIOTISMO

Artículo del  Pbro. Richard L. Clifford, Misionero de Maryknoll, sacerdote católico y colaborador de la Pastoral del Amor en la Arquidiócesis de Yucatán.

El ambiente patriótico que caracteriza la tercera semana de septiembre me trae buenos recuerdos de mi papá pues, habiendo ganado una curul en el Congreso del Estado, me llevó al capitolio para que entendiera y apreciara algo de la política y de las damas y los caballeros escogidos para conducir, con dignidad, los mejores intereses y necesidades del Estado.

Sentado al lado de mi papá me sentía "muy importante" y fascinado con la gente a la que el pueblo le confió sus intereses. Estaba movido por ese círculo de políticos, dirigidos a promover los buenos propósitos y planes del Estado. Estaba impresionado por el ambiente que me rodeaba, me identificaba con aquellos entusiastas políticos, ansiosos de lograr los mejores resultados con su labor digna y decisiva.

Más adelante, a la universidad llevé conmigo un gran deseo de contribuir como buen político a las necesidades de la comunidad. A la vez me sentía movido a ofrecerme a la vocación religiosa, pensamiento profundizado a través del ejemplo de sacerdotes maestros que dirigían la universidad.

Llegado al último año, antes de mi graduación, hubo un conflicto de intereses e impulsos en cuanto a mi futuro. Un día, leyendo las epístolas del gran misionero Pablo, encontré su alegría en servir al Señor: "Somos Embajadores de Dios, el Señor intercediendo por nuestro medio" (2Cor. 5, 20). Ahí estaba la posibilidad de ejercer la misión embajadora en una dedicada obra misional.

Unos cuantos meses antes de terminar mis estudios universitarios y después de mucha reflexión y oración dije, como Isaías al Señor: "Aquí estoy, Señor, mándame a mí" (Isaías 6, 8). En ese momento me sentí dirigido a cumplir una gran misión, aunque indigno fuera. Aquella orgullosa afirmación de San Pablo me inspiró, dando firmeza a cada momento, con más alegría y más ansiedad.

En esta patriótica semana saludo con admiración y agradecimiento a los políticos, hombres y mujeres, que destacan por su digna manera de hacer realidad los mejores intereses del país, atentos a aquellas palabras de la Constitución Conciliar de la Iglesia: "Quienes son o pueden llegar a ser capaces de ejercer un arte tan difícil pero a la vez tan noble, cual es la política, han de prepararse para ella; no nieguen dedicarse a la misma sin buscar el propio interés ni ventajas personales. Luchen contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo, ¡sea de político o partido! Que obren con integridad y prudencia, y se consagren al servicio de todos, con sinceridad y rectitud; más aún, con amor y fortaleza política".

Queridos Hermanos: ¡Felices fiestas patrias! Gracias por la bendición de compartir con ustedes estos momentos patrióticos; pido al Señor que nos guíe por los buenos caminos de la paz y el bien común en el diario caminar.