sábado, 13 de agosto de 2011

COMBATE A LA POBREZA

COMBATE A LA POBREZA

Artículo escrito por Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de Tehuacán.

Con este título –“Combate a la pobreza”- se está llevando a cabo la Semana de Pastoral Social en la Diócesis de Tehuacán, más concretamente en la Tercera Orden, junto a la iglesia de san Francisco.

Con elevado nivel de expositores en contenido y metodología, se ha partido del análisis de la realidad de pobreza en México, que es el principal problema que afecta a nuestra Patria, con fuertes manifestaciones de graves desigualdades.

Pero no podemos reducirnos a hablar de pobreza material, sino que es necesario tener en cuenta muchos otros tipos de pobreza, pues así como muchos carecen de alimento, vestido o casa digna, también otros carecen de instrucción, de afecto, de seguridad, de paz. Desgraciadamente se va incrementando la pobreza de trato humano y cristiano, en la medida que crece la violencia, la marginación y la exclusión de unos contra otros.

Somos conscientes de que Cristo mismo dio ejemplo de pobreza y convocó a sus discípulos a anhelar ser dichosos como pobres de espíritu, o sea eligiendo el espíritu de desprendimiento personal en todos sentidos. Teniendo en cuenta esa perspectiva que sigue siendo una vocación a la que Jesucristo nos lanza, se trata de combatir la pobreza que degrada la dignidad humana.

El día de ayer se presentaron experiencias gubernamentales de combate a la pobreza. Con la honestidad con que se mencionan programas viciados en su ejecución sea por autoridades gubernamentales o por la sociedad, por ejemplo “Oportunidades” o “Piso firme”, también se mencionan programas que van dando buenos resultados, por ejemplo “Ahorro en pequeños grupos” o “Tres por uno”, pero se conocen poco.

El día de hoy se presentarán algunas experiencias no gubernamentales de combate a la pobreza, por ejemplo la iniciativa “Agua para siempre”, de Raúl Hernández García Diego, la cual a pesar de que es de nuestra región y ha ganado premio nacional, todavía se conoce poco y menos se ha aprovechado. La geografía de la Diócesis de Tehuacán presenta extremos en cuanto al agua: por una parte hay áreas de grave sequía, como la mixteca, junto a áreas de abundantes lluvias, como la sierra negra; pero en ambas regiones hay marcada pobreza en la captación, retención y uso ordenado del agua; con decir que en la sierra negra hay frecuentes atascaderos y derrumbes, pero se carece de agua potable. De modo que es una estrategia sumamente eficaz combatir la pobreza con la aplicación del programa “Agua para siempre”, en esta región del sureste del estado de Puebla y en general en nuestra Patria.

Invito a usted a que nos sumemos al combate a la pobreza. Aquí recuerdo lo que el Papa Pablo VI decía al pueblo mexicano: “El que tiene mucho que sea consciente de su obligación de servir y de contribuir con generosidad para el bien de todos. El que tiene poco o no tiene nada que, mediante la ayuda de una sociedad justa, se esfuerce en superarse y en elevarse a sí mismo y aun en cooperar al progreso de los que sufren su misma situación. Y, todos, sentid el deber de uniros fraternalmente para ayudar a forjar ese mundo nuevo que anhela la humanidad”.

Estas palabras del Papa Pablo VI, dirigidas hace más de 40 años, siguen siendo actuales y aun urgentes. Seamos no espectadores sino actores de transformación positiva y noble, con renovado espíritu de sana crítica, de creatividad y solidaridad.

Felicito a quienes están participando en dicha Semana de Formación y Planeación con la Pastoral Social. Animo a que se sumen muchos más, tanto en las jornadas que todavía faltan hoy y mañana, la entrada es libre y gratuita, de 10 am a 2 pm; de 4 a 6 pm; como en el trabajo a realizar de manera continua en los pueblos, en las parroquias, siempre en espíritu de familia. Efectivamente, la familia es el núcleo de personas por quienes no se escatiman esfuerzos y sacrificios para salir adelante.

En estos días tenemos también una exposición en el atrio de la iglesia Catedral acerca de la vida y la misión de la Beata Madre Teresa de Calcuta, quien eligió consagrarse a los más pobres entre los pobres, haciéndolos suyos, de su familia, y encontrando en ellos el amor de su vida, Cristo Jesús. Con la Beata Madre Teresa de Calcuta y como ella, asumimos que “¡los pobres no pueden esperar!”. Con valentía y esperanza, elaboremos y ejecutemos alternativas de desarrollo integral.