domingo, 5 de junio de 2011

VERDAD, ANUNCIO Y AUTENTICIDAD DE VIDA EN LA ERA DIGITAL

VERDAD, ANUNCIO Y AUTENTICIDAD
DE VIDA EN LA ERA DIGITAL

Artículo del Pbro. Fabricio Seleno Calderón Canabal, Encargado de la Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación Socia de la Diócesis de Campeche.

Hoy Domingo 5 de Junio, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, celebramos en toda la Iglesia la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En su Mensaje para esa Jornada, hecho público el 24 de enero, en la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de periodistas y comunicadores, el Papa Benedicto XVI destaca que la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy.

En su Mensaje para este año 2011 con el tema «Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital», el Papa Benedicto XVI presenta un escenario que, lejos de asustarnos, nos llena de ilusión. El Papa invita a todos los cristianos a unirnos «con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana», pues Internet, y más aún, las redes sociales, son parte integrante de la vida humana.

Además, afirma el Papa, «también en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo». «La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús, a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón».

Todo internauta se convierte en un potencial comunicador de masas. Especialmente los jóvenes, sedientos de la búsqueda del encuentro personal con el otro y consigo mismo. Internet y las redes sociales abren una puerta importante en la comunicación digital. Sin embargo, aclara Benedicto XVI, «tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza».

Signos característicos de la nueva Comunicación

Se extiende cada vez más la opinión de que, así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, por las novedades introducidas en el ciclo productivo y en la vida de los trabajadores, la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy.

«Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión».

Las redes sociales al servicio del bien común

El Papa considera urgente una seria reflexión sobre el sentido de la comunicación en la era digital, dadas las extraordinarias potencialidades de internet y la complejidad de sus aplicaciones.

«Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera. Si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano».

Afirma el Santo Padre que la dinámica de introducir la información en una red social, ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas.

«Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales. Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor de información, y la comunicación ya no se reduce a un intercambio de datos, sino que se desea compartir. Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas».

Advierte algunos límites típicos de la comunicación digital: «Una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia».

El Mensaje del Papa para esta Jornada de las Comunicaciones Sociales 2011 debe cuestionarnos sobre cómo podemos ayudar, desde las redes sociales, al bien integral de la persona y la sociedad. (Continuará)