martes, 7 de junio de 2011

MISIONEROS DE MARIKNOLL: CIEN AÑOS DE MISIONAR

CIEN AÑOS DE MISIONAR

Reportaje del periodista Jorge Iván Canul Ek, publicado el domingo 5 de Junio en la Edición Campeche del Diario de Yucatán.

"La tarea del misionero es ir donde lo necesitan, aunque no lo quieran, y terminar haciéndose querido pero no necesitado". Éste era el lema de James Edward Walsh, fallecido integrante de la Sociedad de los Padres y Hermanos de Maryknoll y quien llegó a ser obispo de China.

La congregación está de manteles largos por la celebración de los 100 años de su fundación. Su historia se remonta al 29 de junio de 1911, cuando durante las festividades en honor de San Pedro y San Pablo el papa Pío X dio permiso a los sacerdotes James Anthony Walsh y Frederick Price para fundar un seminario de misiones en Estados Unidos.

En 1912 abrió sus puertas la casa formadora en el poblado de Ossining, Nueva York, y fue bautizada como Maryknoll, que significa "colina de María". Hoy día la congregación tiene presencia en países como Rusia, Uganda, Myanmar, Jamaica y Perú.

Casa mexicana

A México llegó en 1943 para establecerse en Yucatán y Nayarit, que entonces eran considerados lugares apartados y difíciles para la evangelización. Los misioneros no tenían previsto estar en nuestro país, pues su objetivo inicial era el trabajo en Medio Oriente y por ello habían elegido a China, Hong Kong, Corea del Sur, Filipinas, Hawai y Japón.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la congregación puso los ojos en Sudamérica por invitación de la Santa Sede y obispos latinoamericanos. Bolivia fue el primer país al que llegó, en 1942. Un año después su influencia se extendió a Ecuador, Chile, Perú, Guatemala y México; en 1946 llegaron a Tanzania y Kenia; en 1950, a Taiwán, y en 1960, a El Salvador y Colombia.

En los años siguientes su presencia se propagó por Venezuela, Nicaragua, Indonesia, Bangladesh, Samoa Occidental, Nepal, Etiopía, Uganda y Egipto.

En total, la sociedad ha estado presente en 40 países, incluidos Rusia, Palestina y Timor Oriental. Apenas el año pasado comenzó a trabajar en Myanmar.

El padre Juan Patricio Martin, integrante de la comunidad en Yucatán, recuerda que a México llegaron 12 misioneros: siete se establecieron en la Península y cinco, en Nayarit. "Era muy diferente a lo que es ahora", señala el padre Ricardo Clifford.

En México, a pesar de que durante un tiempo el ambiente ha sido conflictivo por las difíciles relaciones entre la Iglesia y el Estado, el trabajo ha sido fructífero, señalan. En 1949 la sociedad prestó servicios y personal para la fundación de los Misioneros de Guadalupe, que tuvo como primer superior general a Alonso Escalante y Escalante.

Los misioneros señalan que un principio básico de su trabajo es la identificación con la comunidad y no verse sólo como visitantes, de ahí que a donde vayan aprendan el idioma y se involucren en la cultura. "Ésos serían los grandes retos si los hubiera", dicen.

En la Diócesis de Campeche, los Misioneros de Mariknoll estuvieron en las parroquias de Dzibalchén, Hopelchén, Lerma y san José Obrero, esta última en la ciudad de san Francisco de Campeche.