TODO A CAUSA DEL EVANGELIO
Artículo del Pbro. Richard L. Clifford, Misionero de Maryknoll, sacerdote católico y colaborador de la Pastoral del Amor en la Arquidiócesis de Yucatán
En vísperas de celebrar el centenario de su fundación como Sociedad Misionera de Maryknoll (29 de junio de 1911), reviso, con aprecio y agradecimiento, nuestros pasos pastorales en 68 años en México.
Una tranquila mañana primaveral de 1943, unos 12 misioneros recientemente ordenados en su Casa Central de Maryknoll ("Colina de María") -a una hora y media al norte de Manhattan, Nueva York- llegaron llenos de celo y entusiasmo a tierras mexicanas. Aquellos 12 "apóstoles" bajaron a las orillas del Océano Pacífico, en el estado de Nayarit, ansiosos de iniciar su consagración misional entre la sincera gente mexicana. De este grupo cinco quedaron en Nayarit y siete fueron a la Península de Yucatán.
De inmediato, los entusiastas e inspirados jóvenes ansiaban identificarse con su querida gente adoptada, deseando ser "un verdadero hermano querido", y como dice San Pablo: "Somos embajadores de Cristo Dios extendiéndose por nuestro medio" (2Cor. 5, 20).
Desde aquella inolvidable mañana hace 68 años, un dinámico espíritu misionero impulsó e inspiró a los nuevos "embajadores" a seguir adelante en su pastoral junto al excelente clero mexicano y su querida gente, con una maravillosa historia de fidelidad a su Iglesia de "Cristo Rey".
Paulatinamente, aquellos misioneros establecieron estrechos enlaces personales y pastorales con las necesidades humanas y espirituales de la gente, año tras año colaborando en obras de bien social y de formación cristiana. De modo que surgió una diversidad de obras y apostolados como: Legión de María, Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano, Catequesis Pastoral y Familiar, Catequesis Especial, Alcohólicos Anónimos, grupo de San Vicente de Paúl, Comedor para niños, grupo de Ministros ("Caballeros de San Sebastián"), nueve cajas de ahorro en toda la península, etcétera. Dejaron bien fundadas a través de la Península 16 parroquias entregadas a las manos del clero mexicano y a los "Legionarios de Cristo".
En el apogeo de su misión, Maryknoll contaba con 36 misioneros extendidos en 13 jurisdicciones en el país. En el D.F. se crearon cinco parroquias, en Veracruz un dinámico centro juvenil; en Oaxaca un excelente grupo de laicos misioneros, etc.
A siete años de su llegada a Yucatán, varios misioneros de Maryknoll colaboraron en llevar adelante la nueva obra mexicana de los Misioneros de Guadalupe, cuyo primer superior general fue el obispo Alonso Escalante y Escalante, de raíces familiares en Mérida, y en aquel entonces obispo superior de Maryknoll en Beni de Bolivia. Además, unos siete sacerdotes de Maryknoll ofrecieron su servicio a monseñor Escalante en el desarrollo inicial de la nueva fundación de Misioneros de Guadalupe. De modo que hoy entre los misioneros de Maryknoll y los misioneros de Guadalupe existe una estrecha relación familiar y fraternal, orgullosos de llamarse "primos hermanos".
Revisando de manera escueta y nostálgica este bello cuadro, cada misionero de Maryknoll puede expresar del corazón aquellos mismos sentimientos de afecto y agradecimiento del gran apóstol San Pablo: "Cada vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios y pido con alegría por todos ustedes, pues juntos hemos participado en la causa del evangelio desde el primer día hasta hoy".