viernes, 11 de febrero de 2011

HOMILIA PARA LA JORNADA DE LA VIDA CONSAGRADA

LA VIDA CONSAGRADA: VIVENCIA ANTICIPADA DEL REINO

Homilía de Mons. Constancio Miranda Weckmann, Arzobispo de Chihuahua, en la Jornada Diocesana de la Vida Consagrada.


Celebramos hoy la Fiesta de la Presentación del Señor. Jesús es presentado en el Templo y más que un misterio gozoso es un misterio doloroso. María presenta a Dios a su Hijo Jesús, se lo ofrece, y toda oferta es una renuncia.

Comienza el misterio del sufrimiento de María, que llegará a su culmen al pie de la cruz. La cruz es la espada que traspasará su alma.

Todo primogénito judío era signo permanente y memorial cotidiano de la liberación de la gran esclavitud: los primogénitos habían sido librados de la muerte en Egipto. Pero Jesús, el primogénito por excelencia, no será liberado, sino que con su sangre traerá la liberación nueva y definitiva.

La acción que ofrece María se traduce en gesto litúrgico en todas nuestras Eucaristías. Cuando el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo del hombre, se nos devuelven como Cuerpo y como Sangre de Cristo, también nosotros estamos en la paz del Señor, porque contemplamos su salvación y vivimos esperando su venida.

La Virgen María viene a ser, después de Jesús, el modelo más acabado para la Vida Consagrada.

La Vida Consagrada especifica mejor la identidad de aquellos y de aquellas que viven en comunidad y han elegido la práctica de los Consejos Evangélicos como estilo de vida. La consagración refleja el efecto de la presencia de Dios que santifica una persona o un espacio, o sea, los consagra.

La Vida Consagrada es una forma original y especial de ser cristiano que implica una nueva vocación y una consagración peculiar y radical que perfecciona y completa la consagración recibida por el Bautismo, llevándola a su plenitud.

Hermosamente la Exhortación Apostólica Verbum Domini, en el número 83, nos dice: "La Vida Consagrada nace de la escucha de la Palabra de Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida. En este sentido, el vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierte en exégesis viva de la Palabra de Dios. De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica".

El significado de la Vida Consagrada consiste en vivir amando a Dios y a los hermanos. Los vínculos de la fraternidad religiosa reproducirían el amor trinitario, modelo último y sublime de toda vida de comunión.

La Vida Consagrada es la casa religiosa, o sea, la comunidad, que debe estar dotada de cierta clausura, de silencio, recogimiento y hospitalidad.

En ella habita una comunidad de hermanos o de hermanas que tienden hacia la vivencia anticipada del Reino de Dios y se comprometen a crear una fraternidad humana y sobrenatural siguiendo más de cerca a Jesús.

Gracias hermanos y hermanas consagrados, su servicio, su modo de vivir y su entrega nos anticipan la vida futura, ayudándonos y animándonos a tener la mirada en la meta a la que todos debemos de buscar y de caminar.

Nada más me resta reiterar, en nombre propio y de toda la Arquidiócesis, celebrando hoy la Jornada Diocesana de la Vida Consagrada, mi agradecimiento a todos los consagrados y consagradas que sirven generosamente en nuestra Iglesia Particular, que el Señor los bendiga abundantemente y que María Santísima de Guadalupe acompañe y viva en cada una de sus comunidades.
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