lunes, 3 de enero de 2011

¡FELIZ AÑO NUEVO 2011!

¡Feliz Año Nuevo 2011!

Escrito por: Pbro. Fabricio Seleno Calderón Canabal.

¡Feliz Año Nuevo! Aún resuenan en nuestros oídos la música, los aplausos, “los petardos”, y en nuestros ojos se reflejan aún las luces multicolores de los fuegos artificiales, con los cuales se da la bienvenida al Año Nuevo. Cuántas botellas de sidra se destaparon y cuantas uvas se consumieron para recibir el Año Nuevo 2011.

Y cuantos saludos, felicitaciones, buenos deseos hemos intercambiados estos días con nuestros familiares y amigos. Creo que todos estamos de acuerdo en que es bello hacer fiesta; a todos nos hace bien este ambiente de alegría y de buenos deseos. Agrada a nuestro corazón el sentirnos felices junto a nuestros padres, familiares, amigos. ¡Feliz Año Nuevo, amigos! También yo quiero felicitarles y desearles un próspero y excelente año 2011.

En las primeras horas del primer día del año 2011, en la celebración de la Eucaristía, he pedido a Dios alegría, serenidad, salud física y espiritual para todos ustedes queridos amigos, para su familia, para sus amigos, durante este 2011, y siempre, para que este año que acaba de nacer hace unas cuantas horas, podamos crecer, día a día, en el bien, para alegría y felicidad de cuantos les aman.

Iniciamos entonces con ánimo sereno y con renovado empeño este nuevo año y confiamos nuestros buenos propósitos a nuestra dulce Madre del Cielo, María, Reina de la Paz.

Queridos amigos: quiero recordarles que hoy, primer día del año, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz y, en la Liturgia, honra a santa María, Madre de Dios, por lo cual, bien podemos invocarla hoy con la advocación de María, Reina de la Paz, pues es a través de ella como vino al mundo Cristo, nuestra paz.

Pidamos a María, Reina de la Paz, especialmente hoy, para que cada uno de nosotros podamos vivir la paz que el Niño Jesús recién nacido nos ha regalado en Belén. Queridos amigos: Seamos portadores de paz para nuestra familia, para nuestros amigos, para las personas con la que nos relacionamos diariamente; seamos portadores de paz en el trabajo, en la escuela, en el juego, en el deporte, en la Iglesia, etc.

Hoy, más que nunca, oremos para que María, Reina de la Paz, interceda ante Dios para que Él nos conceda crecer «en el respeto de la dignidad de cada persona y en los valores de la paz», para que se pueda erradicar la violencia e inseguridad que se vive en nuestro país.

Pidamos a María, Reina de la Paz, especialmente hoy, para que Jesucristo, nuestra Paz conceda a los padres y madres de familia ser para sus hijos reflejo del amor y del perdón de Dios, esforzándose por integrar una familia unida, solidaria, reconciliada, y así poder construir, con las demás personas, condiciones de paz para una vida digna de los campechanos.

Pidamos a María, Reina de la Paz para que los niños, con su corazón puro e inocente, presente y futuro de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad; los adolescentes, llenos de entusiasmo, energía y pasión por la vida; y los jóvenes, generosos y prometedores, aprendan el lenguaje de la paz y respondan a la violencia con acciones de paz para construir una nueva sociedad.

Pidamos a María, Reina de la Paz para que quienes practican la violencia, quienes se han involucrado en el deplorable negocio de las drogas o en las diversas formas del crimen organizado, cambien su vida y abandonen los medios violentos para conseguir sus metas, así como los medios para envenenar a nuestras futuras generaciones.

Que Jesús, nuestra paz, toque el corazón de estas personas para que puedan pensar en el mal que están haciendo a nuestros niños, adolescentes y jóvenes; que piensen en el dolor, el sufrimiento, la incertidumbre, el egoísmo, la indiferencia, el deseo de venganza, que la inseguridad y la violencia dejan en las familias y en la sociedad. Hoy primero de Enero de 2011 repitamos juntos: «¡María, Reina de la Paz, concede a todo el mundo la PAZ! ».

Comencemos este año orando y colaborando en la construcción de la paz en nuestro Campeche retrechero y en nuestro México:

Señor Jesús, Tú eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad.

Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos
y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión.

Protege a las familias,
a nuestros niños, adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades.

Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén.

¡María, Reina de la Paz, ruega por nosotros!

Queridos lectores: ¡Feliz Año Nuevo! Con la bendición de Dios y la protección maternal de María, Reina de la Paz.
_____________________________________________________________________