El martes 9 de Noviembre, en el segundo día de actividades de la XC Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y cuya motivación primordial para este segundo día es ayudar a los Obispos a «abrir los ojos y corazón de Pastor a la situación de nuestro País y a los procesos pastorales de nuestras Diócesis que desafían a cumplir con más entusiasmo y responsabilidad la misión que Cristo encargó a su Iglesia», el Dr. Jorge Traslosheros, Investigador y Académico de la UNAM, presentó el tema: Los desafíos sociales de la situación del país, exposición que dio inicio a los trabajos de reflexión y análisis de esta Asamblea Plenaria.
El investigador destacó que el país vive una situación compleja debido a los cambios que se están sufriendo en el ámbito social, y reiteró que la crisis por la que la sociedad actual está pasando es de índole cultural, en la cual el ser humano ha sido puesto a debate y ha atacado a Dios bajo el supuesto de defender al hombre.
Esta situación está originando que se desarrolle en el individuo una conciencia fragmentada, lo que quiere decir que son capaces de pasar por encima de sus propios valores por proteger los “derechos legales” de las personas.
El problema es que la sociedad no ha logrado identificar los actos que causan la conciencia fragmentada y se ha llegado hasta la degradación de la persona, e incluso a su materialización, es decir, utilizar a la persona por lo que se puede lograr al tener una relación social y no tanto por lo que vale como persona.
Señaló que es necesario perder la ingenuidad y darse cuenta de que la colaboración a la conciencia fragmentada no es realizada únicamente por personas con malas intenciones, sino que muchas veces la colaboración viene de personas de buena voluntad, cada vez que velan por los “derechos legales” de las personas, derechos que son socialmente aceptados pero que dejan de lado la ética en los actos humanos.
El Dr. Traslosheros puso como ejemplo a las personas que defienden a las ballenas y a otros animales, que están en contra del maltrato de estos seres vivos, pero que al mismo tiempo apoyan el aborto.
Asegura que hay una emergencia educativa porque la raíz del problema es cultural. Es responsabilidad de los ciudadanos, tanto de los creyentes como de los no creyentes, la tarea de crear una nueva ciudadanía.
(Fuente: Oficina de Comunicación y prensa de la CEM)
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