viernes, 26 de noviembre de 2010

SEMINARIO SOBRE POLÍTICA EN PANAMÁ

“Políticos jóvenes, dirigentes de partidos
y funcionarios públicos”

«Quien entre ustedes quiera llegar a ser grande
que se haga servidor de los demás»     (Mc 10, 43)


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Convocados por el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, en su Sección “Laicos constructores de la Sociedad”, nos hemos reunido en la ciudad de Panamá, del 13 al 15 de noviembre, representantes de 16 países de América Latina y El Caribe (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela), en el Seminario “Políticos jóvenes, dirigentes de partidos y funcionarios públicos¨, con el propósito de ¨colaborar con las Conferencias Episcopales ofreciendo espacios de reflexión y análisis a partir de la Palabra de Dios y de la DSI, para contribuir a recuperar la dimensión ética de la política”.

I. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA REALIDAD.

Desde el ámbito socio-político:

1. En América Latina y El Caribe, la pobreza sigue siendo el mayor problema a enfrentar, cuyos porcentajes nacionales llegan hasta más de la mitad del total de su población. Esta situación de pobreza deja secuelas que limitan el crecimiento armónico de cada persona.

2. En la región se ha tenido un cierto progreso democrático que se demuestra en diversos procesos electorales; sin embargo, se ve con preocupación “el acelerado avance de diversas formas de regresión autoritaria por vía democrática que, en ciertas ocasiones, derivan en regímenes de corte neopopulistas” (DA 74). Esto acrecienta el desencanto por la política y, en algunos casos, por la democracia, especialmente en los jóvenes, llevando a un sistemático desgaste de las instituciones del Estado.

3. El constante aumento de la inseguridad ciudadana, con precarias políticas públicas de seguridad por parte del Estado, así como la inequidad social, el narcotráfico y la aparición de grupos armados que se valen del creciente fenómeno del armamentismo y tráfico de armas, se convierten en una clara amenaza para la consolidación de la democracia y la paz en la región.

4. También constatamos que existe actualmente un “recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el Estado, que involucra a los poderes legislativos y ejecutivos en todos los niveles, y alcanza también al sistema judicial que, a menudo inclina su juicio a favor de los poderosos y genera impunidad.

5. En algunos países las políticas gubernamentales se diseñan en función electoral y de cuotas de poder y, no tanto, en la búsqueda del bien común de la ciudadanía.

6. Se percibe una falta de voluntad política para fortalecer la alternancia del poder. Algunos presidentes de naciones han provocado un cambio en la Constitución de sus respectivos países o en leyes que les facilite la reelección presidencial en períodos consecutivos, lo cual no beneficia la promoción de nuevos liderazgos.

Desde el ámbito eclesial:

9. Existe credibilidad hacia la Iglesia Católica por su sensibilidad y trabajo social en bien de los más desposeídos, la riqueza de documentos pastorales, la promoción de espacios de diálogo con la sociedad, con el Estado.

10. La Iglesia debe seguir fortaleciendo los esfuerzos que realiza en el acompañamiento y la apertura de espacios de formación para quienes participan activamente en la acción político-social y de participación ciudadana en los procesos de fortalecimiento de la vida democrática de nuestros pueblos.

12. Aún no se ha desarrollado una pastoral orgánica de acompañamiento a quienes participan activamente en la vida política, cultural, económica y en organizaciones sociales de nuestros países.

II.-ILUMINACIÓN DOCTRINAL.

14. La vida de los creyentes acontece en situaciones sociales, económicas y culturales muy concretas, por esto “la pastoral de la Iglesia no puede prescindir del contexto histórico donde viven sus miembros”.

15. Nuestro compromiso por la justicia, la reconciliación y la paz, tiene su fuente fecunda en Dios Padre que reconcilia en sí todas las cosas, en Jesucristo “nuestra paz”, que derriba los muros de la división, y en la fuerza del Espíritu que con sus dones nos impulsa a vivir en la dinámica del amor y del servicio.

16. Nuestro compromiso cristiano exige colaborar en la construcción del Reino de Dios, y éste pasa por las estructuras temporales.

18. Nuestra vocación es vivir la santidad en el seguimiento de Jesús en los espacios donde nos encontremos.

20. Nos sentimos urgidos por el amor a ser “constructores de paz” entre los pueblos y naciones de nuestro Continente.

21. Los creyentes, iluminados por la Palabra de Dios, estamos llamados a hacer una “alianza con la creación” (DCE 50), que nos permita proteger la casa común.

III.-COMPROMISOS.

Discernir los signos de los tiempos

22. Es necesario tener un profundo conocimiento de la realidad en cada país, no sólo basado en los indicadores oficiales, algunas veces maquillados, sino principalmente en la vivencia diaria de las personas, de tal manera que podamos responder mejor a las inquietudes y aspiraciones de nuestros pueblos.

23. No podemos ignorar el valor de servicio que tiene la política para el desarrollo de nuestros pueblos y para el fortalecimiento de la institucionalidad democrática.

Nuevos liderazgos con un nuevo estilo de hacer política

25. Como cristianos debemos promover una ética de las virtudes públicas y privadas que tenga como eje a la justicia.

26. Los partidos políticos, los movimientos sociales y los gremios deben ser espacios propicios para la formación política e ideológica que garantice a los nuevos líderes.

27. Fomentar y apoyar la formación sociopolítica de los ciudadanos en la línea de la construcción de la paz y la justicia desde los valores democráticos, lo que implica insistir en la participación política de los laicos como una opción de servicio y de compromiso en la búsqueda de crear nuevos modelos de sociedad.

28. Generar prácticas de control ciudadano desde el valor de la honestidad, denunciando la corrupción, el fraude electoral, el clientelismo político y el abuso de autoridad, como gravísimos pecados y perversión del ejercicio de cualquier actividad pública, velando para que se apliquen las sanciones necesarias.

30. Se hace indispensable el diseño de una pastoral orgánica y especializada del mundo de la política que acompañe a las personas que asumen cargos públicos y participan activamente en este mundo.

31. Los medios de comunicación social juegan un rol importante en la sociedad política; por tanto, se hace necesario promover la apertura de espacios y programas donde se haga presente el debate abierto, la crítica, la tolerancia, el pluralismo, para crear una opinión pública bien fundamentada.

Nos acogemos a la protección maternal de la Virgen María, invocada con amor en nuestro continente, para que, como ella y con ella, seamos portadores de la Buena Noticia de Jesucristo, Vida plena para nuestros pueblos.

Ciudad de Panamá, noviembre de 2010.

Informe del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM
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