Mes de la Patria: orgullosamente mexicanos, orgullosamente católicos
MENSAJE POR LA CONMEMORACIÓN DE LOS
DOSCIENTOS AÑOS DEL INICIO DE LA INDEPENDENCIA
Septiembre tiene en este año del 2010 un especial significado para todos los mexicanos al cumplirse doscientos años del Movimiento Insurgente que culminó en la Independencia. Esta lucha dio a México un lugar entre las Naciones. Por supuesto que nuestra identidad nacional se había ido forjando desde siglos antes con el mestizaje de razas y culturas.
Para los cristianos se nos muestra en la historia de los pueblos la mano providente de Dios que va tejiendo los hilos de su designio de salvación a través de las personas, circunstancias y acontecimientos humanos. En nuestra historia la intervención de la Madre de Dios, Santa María de Guadalupe, ha sido un factor decisivo de integración, de dignidad y de búsqueda de justicia y libertad. De esta forma, La Virgen de Guadalupe se ha convertido en icono de la mexicanidad. Por otro lado, también providencialmente la participación e intervención de la Iglesia fue decisiva en este acontecimiento histórico, pues sin el ingrediente religioso este movimiento no se habría dado o hubiera tomado otro rumbo. La Iglesia en México participó activamente en todos esos hechos de manera protagónica, ya que los más notables iniciadores y actores fueron miembros del clero y el pueblo era mayoritariamente católico.
Es muy importante en estos momentos tan delicados y complejos de nuestro País, que recuperemos y mantengamos la memoria de nuestras raíces y que nos situemos en el presente con responsabilidad y que miremos al futuro con esperanza, comprometiéndonos en la construcción de una nación con los valores de la justicia y de la paz. Los Obispos de México nos han escrito una carta pastoral muy inspirada sobre el Bicentenario para que conmemoremos nuestra historia desde la fe y para que nos comprometamos con nuestra patria. Es un documento que incluye una reflexión a partir de datos bien documentados y pensando en los principales desafíos que nos plantea la realidad actual. Es muy importante que la veamos, la reflexionemos y la difundamos.
El próximo día 9 comienza la semana de oración por la patria que culmina el 15 de Septiembre con una Celebración Eucarística en acción de gracias por el don de la libertad y soberanía de nuestra patria. Aprovechemos esta semana de oración para agradecer de corazón tantos beneficios recibidos, para pedir perdón por las injusticias cometidas y para implorar la ayuda divina que tanto necesitamos para seguir construyendo nuestra patria en la justicia y en la paz.
En estos momentos de confusión y desaliento de laicismo intolerante que pretende coartar la libertad religiosa, ofrezcamos nuestro testimonio de fe, de esperanza y de caridad e imploremos la protección e intercesión de Santa María de Guadalupe, para que todos los creyentes católicos sigamos buscando el progreso de nuestra patria, por caminos de justicia y de paz.
Para los cristianos se nos muestra en la historia de los pueblos la mano providente de Dios que va tejiendo los hilos de su designio de salvación a través de las personas, circunstancias y acontecimientos humanos. En nuestra historia la intervención de la Madre de Dios, Santa María de Guadalupe, ha sido un factor decisivo de integración, de dignidad y de búsqueda de justicia y libertad. De esta forma, La Virgen de Guadalupe se ha convertido en icono de la mexicanidad. Por otro lado, también providencialmente la participación e intervención de la Iglesia fue decisiva en este acontecimiento histórico, pues sin el ingrediente religioso este movimiento no se habría dado o hubiera tomado otro rumbo. La Iglesia en México participó activamente en todos esos hechos de manera protagónica, ya que los más notables iniciadores y actores fueron miembros del clero y el pueblo era mayoritariamente católico.
Es muy importante en estos momentos tan delicados y complejos de nuestro País, que recuperemos y mantengamos la memoria de nuestras raíces y que nos situemos en el presente con responsabilidad y que miremos al futuro con esperanza, comprometiéndonos en la construcción de una nación con los valores de la justicia y de la paz. Los Obispos de México nos han escrito una carta pastoral muy inspirada sobre el Bicentenario para que conmemoremos nuestra historia desde la fe y para que nos comprometamos con nuestra patria. Es un documento que incluye una reflexión a partir de datos bien documentados y pensando en los principales desafíos que nos plantea la realidad actual. Es muy importante que la veamos, la reflexionemos y la difundamos.
El próximo día 9 comienza la semana de oración por la patria que culmina el 15 de Septiembre con una Celebración Eucarística en acción de gracias por el don de la libertad y soberanía de nuestra patria. Aprovechemos esta semana de oración para agradecer de corazón tantos beneficios recibidos, para pedir perdón por las injusticias cometidas y para implorar la ayuda divina que tanto necesitamos para seguir construyendo nuestra patria en la justicia y en la paz.
En estos momentos de confusión y desaliento de laicismo intolerante que pretende coartar la libertad religiosa, ofrezcamos nuestro testimonio de fe, de esperanza y de caridad e imploremos la protección e intercesión de Santa María de Guadalupe, para que todos los creyentes católicos sigamos buscando el progreso de nuestra patria, por caminos de justicia y de paz.
+ Pedro Pablo Elizondo Cárdenas L.C.
Obispo Prelado de Cancún-Chetumal
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