lunes, 26 de julio de 2010

ES EL MOMENTO DE REZAR

Escrito por: Pbro. Richard L. Clifford, M.M., Misionero de Maryknoll
colaborador de la Pastoral del Amor en la Arquidiócesis de Yucatan.


«Oración y reflexión nos sostienen mucho acá en Haití. Cada mañana, a las 6:30 nos reunimos para ofrecer misa. Los doctores y las enfermeras se encargan de las homilías, compartiendo sus experiencias del día. Muchas veces, llorando».

Pbro. Romane St. Vil, Misionero de Maryknoll en Haití.


Acabo de recibir un interesantísimo folleto de un misionero de Maryknoll que trabaja en Haití.

El Padre Romane St. Vil, M.M., fue mandado a colaborar con los haitianos sobrevivientes de los más de 200 mil que perdieron sus vidas durante el desastroso terremoto en esa isla en enero pasado.

En estos momentos, más de un millón vive en carpas y campamentos, muchas veces sin agua potable.

“En medio de todo”, afirma el padre. “Soy testigo de cómo los padres de familia se sacrifican a fin de proteger a sus hijos de crímenes y violencia. Pero, ante todo, siguen luchando y rezando al Señor, a pesar de todo lo que esté pasando. Quiero que sepan que la gente de Haití es muy valiente. Nunca se dará por vencida”.

Es interesante que el folleto del padre Romane, confirmando positivamente la solidez de la gente haitiana y su confiada súplica espiritual en oración, me llegó precisamente en el momento en que estaba reflexionando sobre el Evangelio de este domingo, donde Nuestro Señor enseña a los discípulos el “Padre Nuestro” e insiste en la necesidad de mantener constancia y confianza en la oración afirmando “pidan y se les dará”. Momento histórico Dicha confianza en la oración me hace recordar aquel momento histórico, la mañana del 22 de noviembre de 1963, en un Hospital de Dallas, Texas. Ahí el vicepresidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, estaba rodeado de personal de la Casa Blanca, todos visiblemente emocionados y guardando silencio con honda tristeza. Pues, acababa de ser herido de bala el presidente John F. Kennedy. De repente sale el doctor y con voz suave y sentida declara que el presidente Kennedy ha muerto. Visiblemente afectados y preocupados todos miran al ahora nuevo presidente Johnson y le preguntan: “¿Qué vamos a hacer?”.

El alto texano Johnson, mirándoles dolorosamente dice: “Este es momento de rezar”.

Bajando sus cabezas, todos los ahí presentes se unen en una oración.

¡Cuántos hemos dicho lo mismo frente a una crisis o forzada decisión que sólo podía llevarse adelante con la ayuda de fuerzas mayores… de una inspiración, guía, consuelo, oración ¡que ningún poder humano ofrece! Este es el momento de rezar. Por cierto, estas palabras expresaron también el pensar particular y especial de Jesucristo, en los momentos más importantes de Su vida. Por eso, lo encontramos en oración antes de comenzar Su vida pública, antes de escoger a Sus 12 apóstoles; antes de sufrir Su pasión y muerte.

Este es el momento de rezar: Pero, este momento es AHORA; es cada instante, no sólo en la angustia y aflicción; en la desilusión, decepción o dificultad. Es HOY, 25 de julio; MAÑANA 26. ¡Todos los días! Aunque sea un solo pensamiento, reflexión o espacio de íntimo coloquio, siempre animará nuestro espíritu.

Este es el momento Este es el momento de rezar: HOY es la oportunidad de pedir por los que necesitan la ayuda de Dios; por todos nuestros hermanos cuáles sean su clase, credo, cultura o costumbres. Este es el momento de rezar. HOY pedimos por la justicia y el amor, por la unidad fraternal entre todos los seres humanos, por nuestro país y sus gobernantes, por nuestra Iglesia y por un mundo mejor. Por la muy valiente gente de Haití, que “nunca se dará por vencida”.

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