14 de diciembre de 2011
Artículo escrito por Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de san Cristóbal de las Casas, Chiapas
Directivos y trabajadores de TELEVISA hicieron su tradicional
peregrinación a la basílica de Guadalupe. Durante la Misa, en la oración de los
fieles, hicieron estas peticiones: El presidente: "Padre Nuestro,
postrados ante la imagen celestial de Nuestra Señora de Guadalupe, te pedimos
nos ilumines en nuestra diaria tarea de comunicar; permítenos ser el medio para
llegar a más personas con mensajes que enriquezcan su vida familiar, con
valores que dignifiquen a la persona, que enaltezcan a nuestro país y que nos
conviertan en seres cada vez más libres".
El vicepresidente: "Permítenos descubrirte en cada uno de nuestros
hermanos; inspira en nosotros la voluntad de transmitir tu paz y que sepamos
llevar el sosiego de tu amor a quienes viven en la incertidumbre y la
inseguridad".
El presidente del Comité Financiero: "Padre nuestro, te pedimos que, como
hiciste con San Juan Diego, colmes de bendiciones a nuestros hermanos
indígenas, los más desprotegidos, para que encuentren en tu amor el refugio
bondadoso que les permita descansar en sus preocupaciones cotidianas".
El presidente de Contenido: "Padre nuestro, te pedimos que tu Espíritu
Santo ilumine las propuestas de nuestros gobernantes, a fin de que se traduzcan
en acciones encaminadas a unirnos a través de la paz, la justicia y la
concordia".
¡Qué peticiones tan bien formuladas! Nos unimos a ellas e insistimos ante Dios
para que les ayude a ponerlas en práctica.
No pedimos que oculten nuestras deficiencias, pues son una excitativa a
luchar por nuestra purificación y santificación; pero es justo que nos den
oportunidad de expresar, en su sección de opiniones, nuestra perspectiva sobre
diversos puntos. Son dignos de elogio los reportajes sobre la marginación en
determinados lugares y ambientes del país, sobre los desastres naturales, sobre
los sufrimientos de los migrantes y de los presos, para suscitar la solidaridad
social.
Dijimos en Aparecida: “La mayoría de los medios masivos de comunicación
nos presentan ahora nuevas imágenes, atractivas y llenas de fantasía. La
información transmitida por los medios sólo nos distrae. La falta de
información sólo se subsana con más información, retroalimentando la ansiedad
de quien percibe que está en un mundo opaco y que no comprende. Nuestras
tradiciones culturales ya no se transmiten de una generación a otra con la
misma fluidez que en el pasado. Los medios de comunicación han invadido todos
los espacios y todas las conversaciones, introduciéndose también en la
intimidad del hogar. Al lado de la sabiduría de las tradiciones se ubica ahora,
en competencia, la información de último minuto, la distracción, el
entretenimiento, las imágenes de los exitosos que han sabido aprovechar en su
favor las herramientas tecnológicas y las expectativas de prestigio y estima
social” (DA 38-39).
ACTUAR
Debemos educarnos para escoger las diversas opciones que ofrecen la
televisión y los medios de comunicación, sobre todo internet; interactuar con
ellos, hacerles llegar nuestro reconocimiento por sus buenos servicios, así
como nuestra inconformidad con algunos programas, cambiar de canal como un
método de protesta, tocar sus puertas para difundir la mejor noticia, que es
Jesús.