jueves, 27 de octubre de 2011

UN PAPA CON GRAN PERSONALIDAD


UN PAPA CON GRAN PERSONALIDAD

 

Artículo escrito por el Abogado Herminio Piña Valladares, Presidente de la Asociación Católica de Abogados, publicado en el Diario de Yucatán, y en la Revista Criterio de la Arquidiócesis de Yucatán.


Referirnos a la personalidad del Papa Benedicto XVI es remontarnos a sus orígenes: su nación germánica, sus estudios filosóficos y teológicos, sus enseñanzas como profesor, sacerdote, escritor, arzobispo, ilustre teólogo, cardenal, presidente de la Comisión Pontificia de la Doctrina de la Fe y, especialmente, como consejero y amigo del beato Juan Pablo II.

Joseph Alois Ratzinger, nació en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau, Alemania, el 16 de abril de 1927; pasó la adolescencia en Traunstein y, junto con su hermano Georg, recibió el sacramento del orden sacerdotal, el 29 de junio de 1951, en la catedral de Freising, de manos del arzobispo de Múnich, el cardenal Michael von Faulhaber.

En 1953 recibe el doctorado en Teología con la disertación: "Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la iglesia, según san Agustín". Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar particular la "Introducción al cristianismo", publicada en 1968; así como también su obra titulada "Dogma y revelación", de 1973.

El 24 de marzo de 1977, Pablo VI lo nombró arzobispo de Múnich, Alemania y, a fines del mismo año, su santidad lo eligió miembro del Colegio Cardenalicio. El 25 de noviembre de 1981 fue designado Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por el Papa Juan Pablo II. También fue presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, editado en 1992.

El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido sucesor de Pedro, en el segundo día del cónclave, después de cuatro rondas de votaciones. Asumió el apelativo de Benedicto (que es una alusión a san Benito abad y a los 15 Pontífices antecesores), con la especificación del XVI que toma con ese nombre.

Sus primeras palabras ya como sumo pontífice al saludar a los fieles situados en la plaza de San Pedro, que le ovacionaban y felicitaban por su elección, se describió a sí mismo, diciendo: "Un humilde trabajador de la viña del Señor", añadiendo que le consolaba el hecho que "el Señor sabe trabajar y actuar, incluso, con instrumentos insuficientes y sobre todo, confío en las oraciones de ustedes".

La personalidad de Benedicto XVI se puede conocer muy particularmente por medio del libro "Luz del mundo", en el cual el periodista alemán Peter Seewald, entrevista al actual sucesor de Pedro y escribe sus opiniones y otros puntos de vista sobre temas importantes, como por ejemplo: ¿El cristianismo, está agotado y pasado de moda?, ¿tiene remedio el mundo?, ser cristiano ¿es misión imposible?, ¿el Papa se entera de lo que ocurre fuera de Vaticano?

Un mensaje del Papa Benedicto que me ha impresionado y me invita a reflexionar es el siguiente: "La fe cristiana no es una teoría, sino que Dios vino al mundo y ha actuado; por lo tanto, se trata de una acción, de una realidad, no sólo de un conjunto de ideas".

El 256o. Vicario de Cristo en la tierra ha escrito más de un centenar de libros, entre los que se destacan algunas publicaciones tales como: "Informe sobre la fe", en 1985; "La sal de la tierra", en 1996 y escribió en dos tomos sobre Jesucristo: "Jesús de Nazaret", publicados recientemente.

Ha escrito hasta ahora tres encíclicas: Deus caritas est, sobre el amor humano y cristiano; Spe salvi, que se refiere a la virtud de la esperanza, y Caritas in veritate, que se refiera a la justicia social.

El escritor Pablo Blanco resume los seis años transcurridos del pontificado de Benedicto XVI en siete palabras: Oración, amor, Jesucristo, Iglesia, razón, creación, belleza.

En efecto, cada papa tiene su personalidad, sus virtudes y carismas. El Espíritu Santo nunca se equivoca en su elección y al guiar a la iglesia.

Hoy día podemos reconocer y agradecer a Dios las cualidades del papa Benedicto XVI: un gran pensador, escritor prolífico, un eminente teólogo, un hombre de una gran sensibilidad y espiritualidad profunda, poseedor de una vastísima cultura y sabiduría y, sobre todo, admiro como seglar que, a sus 84 años de edad, vive con entrega y fidelidad su misión de conducir a la iglesia católica, con sus más de 1,200 millones de fieles. El pasado 15 de septiembre, el Papa envió una bendición y un saludo especial para México, al cual calificó como un gran país durante la reunión con algunos obispos mexicanos en el Vaticano.

Oremos a nuestro Padre Dios y a Jesucristo para que el Espíritu Santo siga iluminando y llenando de caridad pastoral al Papa Benedicto XVI, para que continúe siendo la piedra, sobre la cual Cristo continúa edificando la Iglesia.