PBRO. SALVADOR VÉLEZ LÓPEZ
1926 – 2011
El Padre Salvador Vélez López nació el 2 de Abril de 1926 en Zacatecas.
Recibió la Ordenación Sacerdotal el 7 de Mayo de 1954 de manos del entonces Obispo de Campeche, Mons. Alberto Mendoza y Bedolla.
Después de recibir el Sacramento del Orden Sacerdotal desempeñó su ministerio sacerdotal en varias parroquias de la diócesis:
En la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Campeche.
En la Parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe, ubicada en la ciudad de Chetumal, Q. Roo, que por aquel entonces pertenecía a la Diócesis de Campeche. Allí, el Padre Vélez estuvo por espacio de diez años, quedando grabada en la memoria de los habitantes de la ciudad la consagración de la Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, el 11 de diciembre de 1963 y la coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe, al día siguiente, 12 de diciembre.
En la Parroquia de santa Lucía, en la ciudad de Campeche, donde permaneció 15 años.
En la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, en la ciudad de Escárcega; cam., donde ejerció su ministerio sacerdotal durante siete años.
En la Capilla del Gran Poder, popularmente conocida como “La Ermita”, que fue su última encomienda pastoral y en la que permaneció por espacio de 13 años, hasta que, la diabetes que padecía desde hace más de 25 años, le impulsó a dejar esta encomienda.
Fue un incansable animador de la Catequesis y de la Evangelización, así como de la promoción vocacional, motivando a varios jóvenes para abrazar la vida sacerdotal y a jovencitas para ingresar a la vida religiosa.
«Campeche me conquistó por su gente y su comida. Campeche es el lugar que amo», dijo en una entrevista a un medio de comunicación local. Y ayer, después de más de 57 años de una fructífera vida dedicada a Dios y al bien de los fieles católicos campechanos, y dejando una profunda huella en la historia de la Diócesis de Campeche, y en la historia de muchas comunidades, que recibieron de él abundantes frutos humanos y espirituales, el P. Salvador Vélez López, a los 85 años de edad, fue llamado a la Casa de Dios Padre, para entrar a gozar de la Vida Eterna.
«Las almas de los justos están en las manos de Dios» (Sab 3,1).
¡Descanse en paz, Pbro. Salvador Vélez López!
