EL P. SOLALINDE: ÍCONO DE LA
DEFENSA DE LOS MIGRANTES
Comunicado de Prensa del 3 de Julio de 2011 presentado por el Pbro. José Juan Sánchez Jácome, Director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.
Hemos visto como un signo de esperanza el encuentro que sostuvieron, hace unos días, el Gobernador del Estado y el P. Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue «Hermanos en el camino», de Ixtepec, Oax.
y quien se ha convertido en un ícono de la defensa de nuestros hermanos migrantes. Los graves atropellos a su dignidad humana y las continuas vejaciones de que han sido objeto tienen que hacer reaccionar a las autoridades de los distintos niveles de gobierno para frenar estos abusos. Esta es la insistencia y la denuncia que ha estado haciendo el P. Solalinde, como responsable de la pastoral de migrantes de su propia diócesis.
La atención a los pobres y a los más desprotegidos debe ser una prioridad para cualquier gobierno que realmente aspire a representar los valores del pueblo que preside. Y en este caso el calvario que están pasando nuestros hermanos migrantes por el Estado de Veracruz tiene que suscitar la voluntad política, las mejores estrategias y una buena coordinación para que se garanticen sus derechos y se les ofrezcan mejores condiciones de tránsito por nuestro Estado.
Hay que considerar que ya en sí misma la experiencia de la migración para nuestros hermanos centroamericanos es bastante desgastante por todo lo que implica movilizarse sin contar con los recursos económicos suficientes, así como viviendo a expensas de la caridad de las personas y cargando con la incertidumbre del futuro y la nostalgia de haber dejado a sus seres queridos.
Esperamos que se obtengan buenos resultados de este encuentro y que las estrategias que se van a implementar lleguen realmente a frenar este tipo de abusos para que cambie diametralmente la experiencia de nuestros hermanos migrantes centroamericanos que saben lo que significa tener que recorrer los estados del sur de nuestro país.
1. El sentido cristiano de las vacaciones
Ya están concluyendo las actividades del curso escolar 2010-2011. Prácticamente esta semana todos los estudiantes salen de vacaciones después de un año intenso de labores académicas. Es una época de satisfacciones por todo el esfuerzo realizado, así como de nostalgia cuando se reconoce que no se aprovechó al máximo este privilegio de estar en las aulas.
Los estudiantes de muchas maneras celebran la clausura del año escolar. Particularmente hacen una celebración muy especial los que se gradúan o concluyen un ciclo de estudios como la primaria, la secundaria, la preparatoria o la universidad. Durante los meses de julio y agosto las parroquias reciben a muchos grupos de estudiantes que también tienen la sensibilidad de dar gracias a Dios, a través de una Eucaristía, por esta bendición de estudiar y superarse en la vida. Particularmente este fin de semana llegaron muchos grupos de estudiantes a nuestras Iglesias para elevar una oración al Señor y para pedirle por todos los que hacen posible el proyecto educativo.
Así que, además de felicitar a todos los estudiantes y de reconocer la labor realizada por las autoridades académicas, los maestros y las familias de los alumnos, conviene motivar a todos para aprovechar este tiempo de descanso y reconocer el sentido que tiene este tiempo de vacaciones.
En las vacaciones se le puede dar un giro a la vida. Si no se cuenta con los recursos económicos suficientes para irse de viaje no quiere decir que no tendrán sentido las vacaciones. Las vacaciones desde luego que son para descansar, pero también para realizar otras actividades que edifican el espíritu. Debe ser un tiempo para la lectura, para el deporte, para la cultura, para hacer cosas diferentes, para la familia, para servir a los demás y para Dios.
Las vacaciones no deben ser exclusivamente sinónimo de playa o montaña. Desde luego que es gratificante y renovador poder salir y conocer otros lugares, pero las vacaciones so son únicamente las ofertas que presentan las grandes cadenas turísticas. Eso es lo que nos hace pensar precisamente el sistema capitalista. Las vacaciones tienen sentido no porque tengamos que hacer lo que nos presentan los paquetes turísticos, sino porque se pueden hacer cosas diferentes.
Exhortamos, pues, a los niños y a los jóvenes a aprovechar las vacaciones y a darse un tiempo para atender esas áreas de nuestra vida que también son importantes para aspirar a la madurez: la formación del corazón y la formación espiritual.