SI NO HAY CARIÑO EN LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA VIDA,
VAMOS A TENER SOCIEDADES MÁS VIOLENTAS
Comunicado de Prensa del 19 de Junio de 2011 presentado por el Pbro. José Juan Sánchez Jácome, Director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.
Se puede explicar desde diversos enfoques porqué no se celebra de la misma manera el día del padre que el día de la madre. Entre otras cosas habría que señalar que la mamá siempre tiene un encanto y una magia muy especial que hace que nos volquemos hacia ella, ya sea para sentir su protección como para expresarle todo nuestro amor.
Pero la celebración del día del padre es mucho más necesaria y tendría que proyectarse más en esta sociedad tan necesitada -como dice el cancionero mexicano- de hombres cabales. No se trata simplemente de un asunto de “cuota de género”, como se dice actualmente en el lenguaje oficial, sino de remarcar lo que está haciendo falta para lograr familias más consolidadas y padres probos que cumplan fielmente su misión.
Sin necesidad de bajar a los números es un hecho que muchas mujeres e hijos sufren por el abandono, la violencia y la irresponsabilidad de los papás. Se dan, desde luego, casos en los que también ha fallado la mamá. Pero la mayor parte de los casos evidencia que los varones no siempre están a la altura para responder como esposos y padres de familia.
Hay muchos factores que pueden explicar esta situación de irresponsabilidad, inmadurez y falta de compromiso de parte de los hombres. Este espacio sería insuficiente para ensayar una respuesta completa a esta problemática. Sin embargo, conviene que señalemos la urgente necesidad de creación de espacios para la formación integral de las personas que aspiran al matrimonio, especialmente de los varones.
En estos último años nos hemos sentido tan libres y capacitados para hacer de todo que esta actitud ante la vida termina por desgastarnos y orillarnos a una vida sin compromiso. Es verdaderamente traumático y desconcertarte cuando un padre de familia abandona a su esposa y a sus hijos, comportándose de una manera inesperada y exhibiendo su inmadurez. Los psicólogos dirán que una vida de aventura en aventura refleja la baja autoestima y la inseguridad que tienen estas personas que andan buscando una y otra pareja para llenar los huecos que llevan dentro.
No pretendo estropear, con estas consideraciones, la fiesta a los papás en este día, sino dejar una reflexión que nos lleve a comprometernos en la formación de las personas. Desde que ya no se educa en el sacrificio y la generosidad se ha dejado de ver la vocación a ser padres como un horizonte de auténtica realización humana. Asimismo, resulta realmente desconcertante que alguien no se abra a la vida simplemente porque valora que es mejor en este momento tener un coche, una buena casa y vacaciones constantes. Se trata, sin duda, del mismo esquema hedonista e individualista en el que se está formando a las personas.
Una verdadera celebración del día del padre pasa por un detalle de cariño que se tenga a los progenitores. Pero también requiere de un mejor regalo que consiste en ofrecer alternativas a la formación integral. Es realmente criticable que la formación prematrimonial se base exclusivamente en el conocimiento de los métodos anticonceptivos que siguen reforzando los paradigmas de comodidad y hedonismo que promueve la nueva cultura dentro de la sociedad. Aquí es donde conviene preguntarse dónde queda, a nivel institucional y personal, la formación del corazón, de los sentimientos, de las relaciones humanas, del manejo de conflictos, de la vivencia comunitaria y de la formación sexual, que son aspectos necesarios para lograr personalidades sanas, maduras y equilibradas.
Necesitamos mejores padres de familia, que se desgasten y den la vida por su esposa y sus hijos. Aunque los padres se muevan ahora en otros parámetros por el nivel profesional, cultural y laboral que tengan deben descubrir la importancia de los detalles y la manera como pueden embellecer y hacer más feliz la vida de sus hijos. No se cumple simplemente siendo padres proveedores, sino compartiendo más tiempo con los hijos, dialogando con ellos, estando al tanto de su rendimiento escolar y siendo más cariñosos.
El abandono de los padres en muchos casos ha significado dejar la puerta abierta para crecer en la frustración y en el desaliento que pueden provocar personalidades negativas. Hay teorías psicológicas que sostienen que la inseguridad en los países se debe a que las personas violentas de bebés quizá no fueron cargadas ni consentidas, ni tuvieron cerca a sus padres, mucho menos su cariño y comprensión. Si no hay cariño en las primeras etapas de la vida vamos a tener sociedades más violentas.
Hay que celebrar como nunca el día del padre y hay que favorecer las instituciones y las experiencias que se encargan de formar integralmente a las personas. La Iglesia de Xalapa felicita a todos los papás y eleva al Señor una oración muy especial por cada uno de ellos. Que este pensamiento, atribuido a Jean Guitton, puede replantear nuestro concepto del amor en este día tan importante para nuestras familias: «…Amar, es saber sacrificarse, hasta estrujarse el corazón por la felicidad de la persona amada. Si no quieres sufrir, no ames. Pero si no amas, ¿para qué quieres vivir?...»