CELEBREMOS LA MATERNIDAD
Artículo del Pbro. Darío Lagunes Máfara, publicado en la sección Entretejiendo la vida Cristiana de la edición del domingo 8 de Mayo de 2011 del Semanario Alégrate, de la Arquidiócesis de Xalapa.
LA REALIDAD
Es que cada día es especial, siempre tenemos algo que festejar, aunque el país esté en constante crisis económica y de valores espirituales.
El 10 de mayo hay que festejarlo este 2011, aunque sea bajo una sombra de inseguridad, con mucha comida, bebida y música; junto con flores, regalos, besos y abrazos.
Es la evolución social que está concediendo terreno a la gestación de una sociedad matriarcal. Muchas familias en nuestro país están encabezadas por la mujer que es madre pero no es esposa. No se puede ocultar que en México tenemos muchas expresiones con cierto matiz de machismo.
MÁS REALIDAD
El esfuerzo insistente por lograr la igualdad de personas está dejando a la mujer sin esposo y con hijos en casa, la sociedad ha tomado la idea equivocada de que ella debe valerse por sí misma, sin necesidad del cónyuge.
Ella, en casa debe ser cocinera puntual, enfermera, maestra, chofer, policía, consejera, fontanera, electricista; simultáneamente debe ser buena madre y al final, si le da tiempo, puede tomar un descanso. Tiene que hacerlo todo y de todo, pero ¿a quién le cobra por los servicios? Como nadie le paga entonces debe tener un empleo. Ante esta realidad de la mujer que es madre ¿cómo conviene festejar?
EL MEJOR REGALO
Tanto el gobierno federal, estatal y municipal siempre han mostrado apoyo a las mamás mexicanas, no sólo en su día sino durante todo el año. Sin embargo, para que el recurso social sea efectivo y perdurable, debe estar ubicado en un proyecto dirigido no sólo a las mamás sino a las familias en su conjunto.
Previo al día de las Madres del 2012, bien pueden quedar en agenda algunas actividades o conferencias que hagan referencia al valor de la vida, la familia, los hijos, la paternidad responsable, el matrimonio, la fraternidad, el empleo para madres, las guarderías, menores de edad embarazadas, el aborto, el noviazgo, las relaciones sexuales, la infidelidad, etc.
Ella es mujer, esposa y mamá, por eso se debe recurrir a la creatividad y ser innovadores en cuanto a los regalos. Hay que aflojar la cartera para que salgan los billetes grandes, ser generosos y buscar el mejor obsequio.
El mejor regalo viene de Dios, es la bendición abundante en los hijos y la protección ante los peligros. Dios dignifica a la mujer madre dándole confianza y fortaleza para educar a sus hijos, a quienes les enseña a amar.
La Iglesia celebra todos los días la maternidad, da su total apoyo y respaldo a las mamás para que continúen su misión de ser enlace de la vida que viene de Dios, educar a los hijos y de llevar con paciencia las acciones propias de madre. Siempre en compañía de María Madre de Nuestro Señor Jesucristo.
Mis oraciones para ustedes mujeres de valor que se han consagrado a Dios como mamás. ¡FELICIDADES!
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