LA DISCIPLINA NO SÓLO
ES CUESTIÓN DE MODA
Artículo de opinión del periodista René Pérez Duperón, publicado hoy jueves 5 de Mayo de 2011 en la Página Editorial de la Edición Campeche del Diario de Yucatán.
Es casi una norma que los adultos nos quejemos del comportamiento de las nuevas generaciones, cuya conducta nos parece por lo general demasiado relajada.
Es casi una norma que los adultos nos quejemos del comportamiento de las nuevas generaciones, cuya conducta nos parece por lo general demasiado relajada.
Así sucedió cuando nuestros abuelos eran adultos y nuestros padres adolescentes. La historia se repitió cuando nuestros padres fueron los adultos y nosotros los rebeldes.
Sin embargo, hoy que nos toca ser adultos vemos que la actitud que adoptan muchos jóvenes no sólo es cuestión de hormonas.
En los tiempos que nuestros abuelos educaron a nuestros padres la disciplina era férrea. Cuando nuestros padres nos crecieron había disminuido un poco esa rigidez. Dos generaciones después las cosas han cambiado bastante.
Como acertadamente dice la psicóloga Mariana Rodríguez Molina, integrante del Centro de Atención Psicológica Integral y Enseñanza Estratégica (Capiee), los padres de los niños de ahora saben muy poco sobre disciplina y, en consecuencia, no se la pueden inculcar a sus hijos.
Esto quiere decir que los jóvenes padres de ahora están creciendo a la segunda generación sin disciplina.
En las terapias psicológicas se les enseñan a los niños principios de la disciplina, pero al llegar a su casa son borrados de un brochazo por los padres. Entonces tenemos una generación que es más caprichosa, más berrinchuda y menos tolerante a la frustración.
La familia es el primer contacto que el bebé tiene con el mundo externo; a través de ella va identificando comportamientos, actitudes y valores que más tarde regirán su desenvolvimiento en la sociedad, dice la psicóloga Patricia Méndez Ojeda, también integrante del Capiee, sobre el tema.
De ahí la importancia, añade la profesional, que desde pequeños la familia proporcione diferentes reglas disciplinarias que le enseñen al niño y al adolescente como debe comportase en los diferentes ambientes en los que se desenvuelve.
Guiar el comportamiento de los niños es un trabajo desafiante, considera, pero también es el trabajo más importante de la familia.
La disciplina y supervisión cambian con la edad de los niños. Los niños pequeños demandan más tiempo para guiarles en la manera de comportarse. Los niños mayores también necesitan de una guía, pero el tiempo y el número de veces son menores cada día.
Estos y otros conceptos abordará hoy la psicóloga Méndez Ojeda en una conferencia que impartirá esta noche en el Capiee, que celebra su primer aniversario.
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