lunes, 28 de febrero de 2011

QUE VENGAN A MÍ LOS NIÑOS PORQUE DE ELLOS ES EL RIENO DE LOS CIELOS...

AL ESTILO DE BROADWAY

Escrito por: Pbro. Richard L. Clifford, Misionero de Maryknoll, sacerdote católico y colaborador de la Pastoral del Amor en la Arquidiócesis de Yucatán

"Canciones de moda, coloridos trajes, pero sobre todo entusiasmo al máximo caracterizaron el 'Festival Pre-Juvenil Luz, Magia y Color' en el Club Campestre, a beneficio de 'Pastoral del Amor'". Así describe Jorge Iván Canul Ek, periodista del Diario, este evento que se llevó a cabo el pasado fin de semana.

Dicho Festival contó con la entusiasta participación de 300 jóvenes pertenecientes a 40 grupos juveniles, en 40 escenas interesantes y coloridas. Todos dieron realce, a la luz de sus contagiosas sonrisas, la magia de una orquestación magistral llevada a cabo con el color del ambiente, destacando los lindísimos vestidos de las jóvenes.

Todos presentaron un programa que captó la atención y generó entusiasta recepción de un momento brillante, como si fuera una obra de Broadway.

Por fortuna tuve la bendición de atestiguar una inolvidable noche de este gran festival y me quedé en verdad admirado tanto por el programa preparado desde hace seis meses, como por la manera en que un complacido público quedaba fijamente atento en todo momento y a cada movimiento.

Y por si eso no fuera suficiente, en el escenario iluminado e inspirado por las niñas hubo un bellísimo motivo para aquella noche tan estelar, pues el festival se llevó a cabo como obra benéfica a favor de "Pastoral del Amor", apostolado a favor de los niños con Síndrome de Down.

La noche, pues, fue para mí un momento muy especial y espiritual, porque por gracia de Dios estoy unido desde hace varios años a esta magnífica obra.

Desde hace más de 25 años he tenido la bendición de acompañar al cofundador de la "Pastoral del Amor", el R.P. Dionisio O'Brien, M. M. En ese entonces conocí a la señora Aurora Cruz Echeverría de Corona, fundadora de la escuela de educación especial "Roberto Solís Quiroga".

La primera vez que vi las luces de doña Aurora fue en 1984. En ese entonces acompañé al padre Dionioso a Santa Lucía, donde junto con doña Aurora unos jóvenes iniciaron la catequesis especial a niños con Síndrome de Down, llamándolo acertadamente "Pastoral del Amor". En el transcurso de los años fui testigo y de manera muy pequeña pero placentera colaborador en este noble apostolado.

Actualmente "Pastoral del Amor" está dirigido por las Religiosas Concepcionistas y apoyado por un dinámico patronato encabezado por la señora Guadalupe Mier y Terán de Solís. Cada semana ofrece a 40 niños y jóvenes especiales clases de catecismo dictadas por un equipo de voluntarios. Junto con esta magna obra, la "Pastoral" cuenta con un albergue para 19 personas especiales.

Cuán amoroso se puede imaginar el rostro del Señor, sonriendo sobre todas aquellas personas que a través de sus variados apostolados, movimientos y atenciones personales se preocupan por el sano desarrollo de niños y jóvenes, todos inspirados por las palabras del Señor, quien abrazando amorosamente a los niños exclamó: "Que vengan a mí los niños, porque de ellos es el Reino de los cielos y sus ángeles siempre ven el rostro de mi Padre" (Mc. 10, 14-16).

En nombre de la "Pastoral del Amor" agradezco infinitamente a quienes cada año llevan a cabo este Festival Pre-Juvenil que, en todo sentido, es un espectáculo de amor de parte de cada participante.
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