lunes, 19 de julio de 2010

HOMILÍA DE MONS. RAMÓN CASTRO CASTRO

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO
18 de Julio de 2010



Estimados Amigos y Hermanos:

De nuevo nuestras queridas Marta y María nos hacen reflexionar. La Palabra de Dios mantiene viva su eficacia y su actualidad, nunca terminamos de profundizar ni de aprender. Jesús regaña a Marta porque se afana en darle de comer algo abundante y sabroso a Él y a todos su Apóstoles ¿Por qué?... Algo para recordar: Jesús no ha terminado de hablar, está vivo en medio de nosotros, por ello el debate entre Marta y María se renueva cada día y a cada instante. En cada uno de nosotros habita Marta y María, por eso que resuene en lo más profundo de nuestras conciencias: "Andas inquieto y nervioso con tantas cosas: sólo una es necesaria...". ¡Ánimo!

Del Evangelio según san Lucas 10, 38-42:

«En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: -Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano. Pero el Señor le contestó: -Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas: sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”». Palabra del Señor.

INTRODUCCIÓN

Lucas nos presenta a dos hermanas en actitudes que parecen contradictorias, y que esconden en su profundidad una tremenda verdad. Jesús, "yendo de camino" hacia Jerusalén, ha entrado en casa de Marta y María, familia amiga. Marta se ocupa del trabajo; María, sentada a sus pies, escucha sus palabras. Ante la protesta de Marta, Jesús dice unas palabras importantes: "María ha escogido la mejor parte". ¿Qué quiere decir todo esto? Sin vacilación, Lucas quiere mostrarnos cuál debe ser la actitud del discípulo al recibir a Jesús en su casa; pretende destacar que el modo de recibirle y acogerle en la propia vida es escucharle y hacerse su seguidor. Es indudable que las dos hermanas, hospitalarias sin lugar a dudas, abren su casa de par en par al huésped amigo que va de paso. La presencia de Jesús bajo un techo acogedor, en el que su palabra encuentra unos oídos atentos, proporciona a Lucas la ocasión de una reflexión que va más allá del tema de la hospitalidad. El comportamiento de las dos hermanas es diverso.

1.- ¿CÓMO ENTENDER ESTE TEXTO?

Es necesario mantener siempre el criterio metodológico de coherencia global y sabia armonía a la hora considerar cualquier pasaje evangélico. El domingo pasado, Jesús enalteció precisamente la acción generosa del buen samaritano y condenó la pasividad del sacerdote y del levita, tal vez por motivos rituales o religiosos. Hoy, por el contrario, Jesús relativiza la bondad de la vida activa y llama la atención sobre otros valores que no hay que olvidar o menospreciar. Lo que censura en Marta no es su trabajo o su servicio, sino el exceso de agitación que le impide valorar algo muy importante como es escuchar y acoger la palabra de Dios. La verdadera dicha está, en realidad, en escuchar primero la palabra de Dios y luego en ponerla en práctica: “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Marta y María no deben ser dos símbolos conflictivos o excluyentes sino dos modelos de vida cristiana que es preciso coordinar e integrar: la escucha quieta y sosegada de la palabra y la actitud de servicio a los demás.

2.- MARTA

Marta simboliza el trabajo repetido y agobiante que nos hace esclavos de las cosas y nos impide vivir de verdad el misterio de la vida que nos rodea. Es la típica ama de casa: siempre haciendo algo, sin detenerse un instante. Esclava de su trabajo, no le alcanza el tiempo para nada. Y, a veces, ese "nada" es lo más importante. Está volcada al exterior, a hacer cosas, a llenar el tiempo, para evitar sentir esa sensación de vacío interior que la invade cuando cesa en su actividad. Se olvida de que es una persona, alguien que tiene derecho y obligación de pensar un poco, de reflexionar sobre quién es y para qué vive y trabaja, qué sentido tiene que darle a su existencia. Es una "maquinita" que no para, como tantos de nuestra sociedad que viven para hacer cosas, pero sin saber para qué ni por qué las hacen. No es una persona activa; es una persona agitada. Representa a todos los que viven, de buena voluntad, una fe superficial, cosificada y materializada.

Llega un amigo a su casa y no descubre que lo importante es sentarse y atenderle. Para ella lo importante es preparar la comida y que el amigo espere solo. No ha descubierto que el ajetreo y la angustia por quedar bien no son lo que hace que el huésped se sienta acogido y comprendido en lo que es; que hay que descubrir su persona como tal, sus inquietudes, sus ilusiones, escuchar lo que dice, preguntar.

Quiere extremarse, preparar una comida complicada, cuando un solo plato podría bastar. Marta es una buena mujer, pero está ciega y sorda: no ve ni escucha a Jesús. Vive inmersa en las preocupaciones diarias, que son un “medio” para vivir, nunca un “fin”. Esas preocupaciones que tanto nos tientan a los hombres de todos los tiempos. Representa la vaciedad de la vida escondida bajo el afán de las cosas. No sabe vivir ni gozar de la vida.

Además, algo muy importante: Marta ya no puede crecer como persona, ya no hay novedad en su vida convertida en rutina, en interminable repetición de los mismos actos un día y otro. Es una mujer a la que se le han acabado las preguntas, los ideales, el afán de crecer, la utopía. Marta no ha descubierto quién es Jesús en la vida de una persona, qué representa; ni podrá descubrirlo nunca si no cambia de actitud. Lo considera un amigo más, pero no como "el Señor". Con su apariencia de vida, está dejando que muera el espíritu. Lo suyo ni siquiera es actividad: es un activismo febril que busca encontrar la paz en las evasiones del trabajo diario, gran enfermedad de nuestra sociedad. En nuestro mundo ya no es el hombre, cada uno, lo más importante: es lo que hace y posee. Marta, desbordada por el trabajo que se ha buscado, quiere que su hermana la ayude. Quiere que María sacrifique lo más importante a lo que es secundario. No ha descubierto a Jesús, y en el reproche que le hace se esconde.

3.- MARÍA

¿Hemos de tomar, sin más, a María como modelo de acogida fraterna al huésped, cuando lo único que hizo fue sentarse a los pies del visitante y escuchar su palabra? El texto nos dice que María ha elegido la mejor parte. Cuando llegó Jesús a su casa, dejó todo de lado, se sentó a sus pies y abrió su corazón a su palabra. Era consciente de que tenía que aprovechar bien el tiempo: la oportunidad que tenía a su alcance era difícil de repetirse. Quiere aprender a ver la vida desde Dios. Sabe que las preocupaciones diarias pueden ahogar su vida, cosificarla y embrutecerla. Por eso está "a los pies del Señor". Es verdad que deberá actuar; pero su acción no será activismo ciego, porque estará fundado en la palabra oída. Hará, quizá, lo mismo de siempre, pero con otro sentido, sabiendo cuándo tiene que perder algo para que no se pierda lo más importante. María es ejemplo del creyente, del hombre de fe, del discípulo que sigue a Jesús. Ha aprendido a dar valor a lo que verdaderamente lo tiene, a eso que no le será arrebatado porque está dentro, en el interior, formando parte de su mismo ser. Es la que tiene tiempo para preguntarse: ¿Quién soy?, ¿qué quiero y busco?, ¿hacia dónde camino?... No es una persona perezosa que pierde el tiempo mientras los otros trabajan. Tampoco es una inconsciente: está en situación de búsqueda en el gran desierto de la vida; se siente insatisfecha de sí misma y, consciente de su pobreza y de sus limitaciones, dirige sus ojos a Jesús como Señor, en busca de una respuesta total a sus anhelos.

4.- LA VIDA INTERIOR

Hay personas que consideran la vida interior como algo perfectamente inútil y superfluo. En realidad, ni siquiera saben de qué se trata. Son personas que se organizan la vida sólo desde el exterior. Casi todo lo que hacen tiene como objetivo alimentar su personalidad más externa y superficial. Nunca ahondan en su interior. Si les preguntamos: «¿Quién eres tú?», nos dirán su nombre y apellidos, dónde viven, en qué trabajan, cuantos años tienen.

Si profundizamos más y preguntamos: «¿Cuál es tu carácter?», bastantes no sabrán ya responder con cierta seguridad, pues no se conocen a sí mismos. Si preguntamos: «¿Quién eres tú en lo más hondo de ti mismo? ¿Qué buscas?», la mayoría se quedarán probablemente callados. Muchos hombres y mujeres de hoy no saben lo que es estar en contacto con lo que el gran místico Ruysbroeck llamaba «el fondo» de la persona. No saben cuidar su vida interior. Se esfuerzan por mejorar su nivel de vida, su apariencia física o su estado anímico. Cuidan el aspecto exterior, pero apenas parecen tener tiempo para pensar en el interior de su casa. Viven como «inquietos y nerviosos por muchas cosas», pero olvidan algo absolutamente necesario al ser humano: su apertura interior a Dios. El hombre contemporáneo ha olvidado con demasiada ligereza que el deseo de Dios vive siempre en lo más hondo de su ser y no puede ser satisfecho con cualquier sustitutivo.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Miguel Delibes, un novelista español, escribió una novela muy interesante: “Parábola del náufrago”. Contra lo que se pudiera creer, el náufrago no es tanto el hombre del mar cuanto el hombre de tierra. El hombre de nuestras ciudades es un náufrago llevado paulatinamente a la muerte. Podríamos preguntarnos: ¿Náufrago de qué, de quién? De sí mismo y de las cosas que le rodean y le envuelven. Nunca como hoy el ser humano está fuera de sí mismo, del ambiente y de las cosas que ha creado. Presiones y represiones, agresividades, medios de información, sociedad de consumo, desvaloración del ser por el tener, antros, casinos, relativismo, secularismo, etc. Todo ello hace del hombre un náufrago. Es urgente arbitrar un salvamento del ser humano y de ideas que libren al hombre de ese naufragio. Encontremos el equilibrio, la medida y la tensión justa para vivir. ¡Ánimo!

Mons. Ramón Castro Castro
XIII Obispo de Campeche
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