sábado, 30 de julio de 2011

28o. ANIVERSARIO EPISCOPAL DE MONS. EMILIO CARLOS BERLIÉ BELAUNZARÁN


28o. ANIVERSARIO EPISCOPAL DE MONS. EMILIO CARLOS BERLIÉ BELAUNZARÁN

Semblanza Pastoral presentada por el Pbro. Fernando J. Sacramento Ávila, Vicario Episcopal de Pastoral de la Arquidiócesis de Yucatán, con motivo del 28o. aniversario de la Ordenacion Episcopal de Mons. Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, IV Arzobispo de Yucatán. 

El lunes 25 de julio, Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán cumple 28 años de Obispo, de los cuales 16, ha sido Arzobispo de Yucatán. En el Calendario Litúrgico, el 25 de julio, Fiesta de Santiago Apóstol, se señala que es muy recomendable que se celebre en la diócesis el aniversario de la ordenación episcopal.

Es interesante notar cómo la liturgia, siendo la Fiesta de un Apóstol, recomienda preferir la celebración del aniversario episcopal. Y es que el Obispo, (Arzobispo en nuestro caso), es el sucesor de los Apóstoles que ha sido designado por el Papa "para apacentar una porción del Pueblo de Dios con la cooperación del presbiterio, de forma que unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo por el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica”. El Obispo tiene el triple ministerio de Enseñar, Santificar y Regir y, a través de él, apacienta al Pueblo de Dios, haciendo presente al Buen Pastor.

El sacerdocio de Cristo es uno, pero Él ha querido participarlo a hombres, elegidos entre los creyentes, que continúen su presencia y acción en los diferentes lugares del mundo y en las diversas épocas de la historia. Es decir, a esta diversidad de lugares y tiempos, hay que añadir la diversidad de personas a quienes se encomienda este triple ministerio de Cristo. Son hombres que han recibido una vocación (llamada) divina y han aceptado responder a ella, poniendo toda su persona al servicio de la misión de Cristo en su Iglesia.

Cada Obispo, por tanto, es un don de Dios para su Iglesia Particular. Él ha recibido de Dios una importantísima encomienda y es responsable de ella. El Espíritu Santo lo protege, lo guía y lo impulsa en la realización de su ministerio episcopal. Sin embargo, él sigue siendo un hombre, con la limitación y la debilidad humanas. Aunque todos están llamados a hacer presente al Buen Pastor para su comunidad, ninguno puede hacerlo con absoluta perfección. Sin embargo, podemos ver, en la diversidad de Obispos, la realización, más o menos fiel, de diversos aspectos de la imagen del Buen Pastor.

Siendo cooperador del Sr. Arzobispo de Yucatán, me parece importante reconocer públicamente algunos aspectos del ministerio episcopal de Don Emilio Carlos, con ocasión de este XXVIII aniversario.

Como primer punto resalta, en la tarea pastoral de Don Emilio, la cantidad de juntas que preside (Consejo Presbiteral, Colegio de Consultores, Colegio de Decanos (formado por él a su llegada), con largas reuniones mensuales, y el nuevo Consejo Diocesano de Pastoral, en el que se definen los pasos del Plan Diocesano, con una reunión anual. En todas ellas, escucha y propone, da oportunidad de presentar iniciativas y revisa con atención los proyectos a realizar. De esta manera, hace sentir que no conduce solo la Arquidiócesis, a pesar de que, conforme al Derecho, sea suya la última palabra.

MINISTERIO DE ENSEÑANZA

Personalmente realizado a través de sus homilías, preparadas, incluso por escrito, sobre todo en la misa dominical de 6:30 PM en su Catedral. Además, hay que mencionar la intensa actividad de grabación para su programa semanal televisivo, así como sus mensajes en Radio María, en el programa "La Voz del Arzobispado” y los Mensajes, que con diversos motivos, envía a todos los medios de comunicación regularmente.

A través de las diversas Comisiones del área profética (Catequesis, Comunicaciones, Pastoral Familiar y Juvenil, Pastoral de Multitudes y de Pequeñas Comunidades Parroquiales, Vocacional, Maya y del Mar, Animación Misionera), impulsa la predicación del Evangelio con resultados a la vista:

Más de 12,000 catequistas con capacitación permanente y especializada, varias páginas web, el periódico Criterio, la nueva Comisión de Pastoral de Adolescentes y la reformulación de la Pastoral Educativa, la creación de más de 20 parroquias y algunas rectorías.

La sectorización parroquial en Centros Pastorales, que ha multiplicado el número de laicos y laicas comprometidos (unos 25,000), en los Equipos de Coordinación, que organizan experiencias comunitarias mensuales con los vecinos y en la Red de Mensajeros que reparten más de 200,000 cartitas parroquiales de casa en casa.

El Seminario, el Instituto Santa Catalina de Siena, la Escuela de Diáconos permanentes, la Escuela de Ministerios Laicales y el Equipo de Animación Pastoral para el Apostolado Asociado de los laicos, que acompañan la maduración de las diversas vocaciones.

El apoyo decidido al crecimiento de la Universidad Anáhuac-Mayab, a la creación de la Universidad Marista, del Instituto Patria, de la UNID y al acompañamiento de la EPAEPy, en general, a todos los Colegios católicos y de inspiración cristiana que laboran en Yucatán.

MINISTERIO DE SANTIFICACIÓN

El Sr. Arzobispo ha recorrido, en estos 16 años, un millón de kilómetros, aproximadamente, por las carreteras de Yucatán. Conoce, prácticamente, todos los rincones del Estado. Considero que son pocos los templos en los que no haya celebrado la Eucaristía.

Es evidente su preocupación por una celebración digna, consciente, activa y fructuosa con cada comunidad. Ha ordenado alrededor de 100 sacerdotes en estos años, de los cuales más de 80 prestan sus servicios a esta Arquidiócesis y dedica mucho de su tiempo a presidir, en toda la Arquidiócesis, la celebración del Sacramento de la Confirmación y las fiestas patronales de las parroquias.

Ha promovido la celebración de 3 Congresos Eucarísticos Diocesanos y otros tantos sobre el tema de familia. Ha sido fiel en la celebración de las peregrinaciones diocesanas, tanto a Izamal e Ichmul, como a la Basílica de Guadalupe.

MINISTERIO DE APACENTAR

En este ministerio podemos distinguir, por una parte, su seguimiento del Plan Diocesano de Pastoral, elaborado por indicación suya, como resultado de la reflexión del III Sínodo. Con la ayuda de la Curia de gobierno y los diversos Consejos, participa en las reflexiones sobre el camino pastoral y toma las decisiones correspondientes. Él preside las Asambleas, participa en la reflexión y da su aprobación a los diversos programas, que aunque con obstáculos y dificultades de toda índole, van adelante en la coordinación de la acción
pastoral de la Arquidiócesis.

La promoción de la Pastoral Social es también su preocupación constante, tanto en la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia, a través de la Academia San Juan Diego, fundada por él, de la Escuela de Doctrina Social de Cáritas y de su participación en el Decreto Provincial para que en todas las parroquias se promueva la DSI, como por su aliento y promoción a las obras sociales de la Iglesia de Yucatán, como el nuevo edificio de Cáritas, el Albergue de la Divina Misericordia del Padre para los enfermos de SIDA, Cottolengo, la Ciudad y el Albergue Temporal Vicentinos, la Pastoral del Amor, el Asilo Celarain y varios albergues de ancianos repartidos en las parroquias del interior del Estado. Ha conseguido traer a Yucatán más de 25 Institutos de Vida consagrada con diversos carismas, cuyas obras de evangelización, espirituales, educativas y sociales, han enriquecido el patrimonio de nuestra Iglesia.

En cuestión de edificaciones, es curioso resaltar, durante su pastoreo, la construcción de los monasterios de las Carmelitas Descalzas, las Dominicas de Puebla y las Adoratrices del Santísimo Sacramento, el Seminario Menor, la Universidad Marista y el Centro Jesús Misionero en el periférico de nuestra ciudad, así como varios templos en el interior de la misma. También hay que mencionar los Albergues de ancianos, escuelas, casas de retiro y otras edificaciones, tanto en la ciudad de Mérida como en el interior del Estado.

Todos estos son signos de una Iglesia viva y dinámica, que, entre dificultades, logra ir adelante en su misión de ser signo e instrumento de la comunión de los hombres con Dios y de la comunión de los hombres entre sí.

Aunque es evidente que esta ingente tarea es promovida y ejecutada por sus cooperadores: presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas, laicos y laicas, y, en varios casos, ha sido responsabilidad de diversas comunidades religiosas, es constatable su celo por facilitar, animar, aprobar y poner a las personas adecuadas en la promoción y coordinación, así como su atento seguimiento, pidiendo informes constantes y evaluando las diversas acciones.

En estos 16 años hemos sido testigos de su actividad incansable, desgastando su vida en favor de la Iglesia de Yucatán. Por todo esto, nos unimos en acción de gracias a Dios por su ministerio en Yucatán.

¡Felicidades y gracias, Don Emilio, por estar siendo fiel en su respuesta a la invitación que el Señor le ha hecho de conducir esta Iglesia de Yucatán!